J. Alex Bernabé Colque
Valorando ese instante de íntima reflexión, esa ilusión que nace al alzar la mirada, acompañada de un suspiro lleno de esperanza. Una esperanza que recorre el cuerpo, inundándolo de sentimientos y deseos, con la certeza de que aquello que se está ch’allando, aquello a lo que se le brinda ánimo, florecerá y dará frutos.
Esta tradición mística, arraigada en la región andina de nuestra América del Sur y extendida por Bolivia, hoy la invoco. Con ella nombro e inicio este emprendimiento, dando vida a la sección “Sí, soy gay, soy humano”, donde compartiré mi voz a través de palabras.
En esta columna, desde mi experiencia y formación, abordaré temas como la docencia, la educación, las diferentes formas de violencia y no discriminación, la igualdad ante la ley, los derechos políticos, la sexualidad, el VIH, y reaccionaré a noticias actuales, ya sea para cuestionar, criticar, reforzar o complementar, todo enmarcado en los derechos humanos. También dedicaré palabras a personas queridas y necesarias, y si el tiempo lo permite, haré reseñas de libros y otros documentos. Las artes en sus diversas expresiones también tendrán un espacio en esta columna.
Además de la ch’alla, compartiré elementos sobre la orientación sexual, la expresión e identidad de género, que hacen alusión al título de esta columna, a manera de presentación. ¿Qué es la orientación sexual? ¿Es lo mismo que la identidad o expresión de género? ¿Se puede identificar a simple vista a una persona con diversa orientación sexual? ¿Qué significa ser gay? ¿Por qué muchas personas reivindican el término “maricón”?
Responder estas preguntas es un trabajo complejo; se han escrito ríos de tinta sobre la orientación sexual, la diversidad sexual, la identidad y expresión de género. Me centraré en la Opinión Consultiva 24/17 (OC 24/17) de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y en el Diccionario Marica, un aporte del colectivo Nación Marica Bolivia.
La Corte IDH, en su función consultiva, desarrolla 22 definiciones en relación a la orientación sexual, la expresión e identidad de género en los párrafos 30 al 32 de la OC 24/17. Estas definiciones, aunque no son propias de la Corte IDH, son tomadas de fuentes internacionales. Comparto algunas de manera resumida:
La expresión de género se refiere a las manifestaciones externas del género, las cuales pueden incluir el aspecto físico, el modo de vestir y los manerismos. Por su parte, una persona cisgénero es aquella cuya identidad de género coincide con el sexo que le fue asignado al nacer.
La orientación sexual se define como la atracción afectiva, emocional y sexual hacia personas del mismo género, de un género diferente o de más de un género. Esta orientación no es estática y puede variar a lo largo del tiempo. En la Opinión Consultiva 24/17 de la (Corte IDH), la homosexualidad es descrita como la atracción afectiva y emocional hacia personas del mismo género, asociándose los términos «gay» y «lesbiana» a esta orientación. En particular, gay se utiliza comúnmente para describir la atracción afectiva, emocional y sexual de un hombre hacia otro hombre, de igual manera lesbiana la atracción afectiva emocional y sexual de una mujer hacia otra mujer. De manera similar, la bisexualidad es definida como la atracción afectiva y sexual hacia más de un género, sin que esto implique que dicha atracción ocurra de manera simultánea o en la misma intensidad.
Finalmente, en cuanto a los aportes de la Corte IDH, en la OC 24/17, conceptualiza la heteronormatividad como un sesgo cultural que privilegia la heterosexualidad como la norma social dominante, relegando y marginando otras orientaciones sexuales e identidades de género. Este enfoque refuerza estereotipos y limita la comprensión de la diversidad humana en todas sus formas.
El Movimiento Maricas Bolivia, en su Diccionario Marica (2014), ofrece definiciones críticas sobre la diversidad sexual, o como elles dirían la mariconada, cuestionando el racismo y clasismo dentro de las organizaciones LGBTIQ+. Por ejemplo, define al “gay” como aquel que persigue el “sueño americano”, frustrado por no alcanzar los estándares hegemónicos de belleza. Reivindica al “maricón” como quien cuestiona el modelo anglosajón ‘enlatado’ sin reflexión, cargado muchas veces de machismo, clasismo y racismo.
Personalmente, me es indistinto que me llamen maricón, gay u homosexual (aunque prefiero “homosensual”), siempre que sea en el marco de los derechos humanos, entendidos como el conjunto de principios que son núcleos y pilares que reconocen la dignidad, libertad, justicia y oportunidades, sin discriminación ni abusos, centrados en las personas con sus más coincidencias y algunas diferencias.
Antes de finalizar, coincido con mi amigo y activista chileno Rolando Jiménez: “No hay nada más revolucionario que la vigencia de los derechos humanos”.
¡En buena hora! Que vengan más escritos, que broten ideas y que la voz se eleve como un canto de libertad y humanidad.
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J. Alex Bernabé Colque es defensor de derechos humanos
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