Respiramos humo y bebemos bacterias

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Editorial Sumando Voces

La ciudad de La Paz ha recibido esta semana dos duros golpes ambientales, que ponen en riesgo la salud de la población. Por un lado, los niveles de contaminación del aire fueron alarmantes, sobrepasando en más de tres veces los índices permitidos y, por otro lado, se conoció el resultado de un estudio de la UMSA, que indica que el agua potable de la ciudad está contaminada con amebas, escherichia coli, giardia, coliformes, entre otras especies que provocan infecciones y diarreas en la gente.

Empecemos por el aire. La ciudad de La Paz ha sido cubierta por una densa bruma estos días producto de los incendios y chaqueos que se registran en diferentes puntos del país y, particularmente, en la región de Los Yungas. El Ministerio de Medio Ambiente reportó ayer 1.125 focos de calor en el país.

De acuerdo a información oficial, el índice de la calidad del aire en La Paz registró el miércoles un nivel de 208 microgramos de partículas por metro cúbico, cuando lo permisible es 50.

Por ese motivo, la Alcaldía de La Paz ha emitido una alerta indicando que la calidad del aire representa un riesgo para la salud, por lo que ha recomendado el uso del barbijo sobre todo entre los grupos vulnerables. La Alcaldía, además, convocó al Comité de Operaciones de Emergencia Municipal (COEM), que emitió similares recomendaciones.

Pero, más allá de eso, hasta ahora no se ha visto una acción coordinada de las instituciones del Estado para hacer frente a esta situación. No basta con emitir recomendaciones para que la gente se cuide, sino que las autoridades deben asumir acciones estructurales para encarar esta problemática, primero apagando los incendios descontrolados y segundo frenando las quemas y chaqueos que, además de provocar la contaminación, deforestan el bosque y causan la disminución de las lluvias lo que, a su vez, se traduce en sequía.

Y, en esta problemática no basta con la actuación de autoridades locales, hace falta un liderazgo nacional y un cambio de visión estratégica sobre el modelo de desarrollo que nos conviene como sociedad.

El otro problema es el de la contaminación del agua que consumimos en La Paz. Un estudio de la UMSA ha detectado contaminación del agua por bacterias, las que provocan infecciones y diarreas en la población.

En las últimas semanas, casi todos supimos de un familiar o amigo que estaba con infección estomacal y no supimos de las causas hasta esta semana.

Ante las denuncias de contaminación, la UMSA recogió agua de 45 puntos, ubicados en los sistemas de Pampahasi, Achachicalla y Chuquiaguillo y las conclusiones revelan la existencia amebas, Escherichia coli, giardia y coliformes totales, que son parásitos gastrointestinales que generalmente producen infecciones diarreicas.

Las recomendaciones, nuevamente, fueron para la ciudadanía, a la que se le pidió que hierva el agua antes de consumirla.

Pero, una vez más, lo que se requiere es una acción coordinada de los tres niveles del Estado para garantizar a la gente el acceso al agua de calidad. ¿O ya olvidamos que el agua en Bolivia es un derecho humano?

Lo que está claro es que los habitantes de La Paz están respirando humo y bebiendo bacterias, lo que significa que las instancias llamadas por ley a garantizar los derechos de un medio ambiente sano y un agua de calidad no están cumpliendo con su trabajo. Es hora de que lo hagan, que para eso están en sus cargos pagados por nuestros impuestos.

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