Por el control del TCP

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Editorial Sumando Voces

El enfrentamiento entre el evismo y el arcismo por el control del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), amenaza con quitarle la paz a los bolivianos que no pertenecen a ninguno de estos bloques políticos.

Ambas corrientes del Movimiento al Socialismo (MAS) quieren garantizar la candidatura presidencial de 2025 y saben que controlando el TCP pueden lograr ese objetivo, tomando en cuenta que esa institución, lejos de velar por la vigencia plena de la Constitución Política del Estado, ha adecuado sus fallos a los gobiernos de turno.

Evo Morales fue uno de los beneficiarios de esos fallos, siendo el más polémico aquel que declaró que la reelección indefinida era un derecho humano, una figura que no está contemplada en la Constitución y tampoco en la Convención Americana de Derechos Humanos, tal como aducían los magistrados que lo firmaron.

Luego, el Tribunal Constitucional emitió una declaración avalando el gobierno transitorio de Jeanine Añez. Y, hace poco, el mismo TCP falló indicando que la reelección indefinida no es un derecho humano, concordante con una opinión consultiva emitida previamente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Se podría decir que esta vez el TCP actuó con rectitud volviendo sobre sus pasos y corrigiendo la más grave violación a la Constitución cometida en el último tiempo, sin embargo, no hay que perder de vista el trasfondo político porque este fallo saca del juego a Evo Morales y allana el camino de Luis Arce rumbo a la candidatura de 2025.

Evo Morales, que ha sido el mayor responsable de la manipulación de la justicia durante su gestión ahora pretende convertirse en el paladín de la independencia de poderes y, para garantizar sus objetivos, ha decidido sacar a sus bases a las calles y anuncia un bloqueo de carreteras para la próxima semana exigiendo que los magistrados autoprorrogados cesen en sus funciones y se convoque a elecciones judiciales lo antes posible.

El Gobierno de Luis Arce le ha respondido que en realidad busca es garantizar su futura candidatura y para darle un poco de su propia medicina ha sacado a la Policía para frenar a las bases evistas cuando protestaban en Sucre.

En medio de este juego de poder, la ciudadanía no tiene quién la represente y se ha convertido en una pasiva expectante de la pelea. Entre tanto, la justicia no logra iniciar su reforma, lo que afecta a la seguridad jurídica, y la gente está expuesta a sufrir los rigores de esta justicia sin que haya un poder idóneo que tutele sus derechos.

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