Más de 5000 hectáreas afectadas por desmonte de área de recarga hídrica en el chaco Chuquisaqueño

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CIPCA Cordillera

En un recorrido rutinario, técnicos de CIPCA, regional Cordillera pudieron constatar que a la altura de la comunidad Ñancaroinza y a una distancia de 15 km de la localidad de Machareti, junto al lado de la carretera Camiri – Yacuiba se ha producido el desmonte de más de 5.000 hectáreas de bosque que fueron chaqueadas prácticamente en su totalidad, pese que se encuentran en un área forestal, el bosque fue reducido a las cortinas rompevientos que dividen las parcelas agrícolas.

 Principales impactos en cifras
Según la FAM Bolivia el crecimiento de las actividades agropecuarias en la región del Chaco ha sido muy descontrolado, llegando a 1,9 millones de hectáreas que significa un aumento de 68%.  En los últimos 37 años se ha perdido por lo menos el 22% de su cobertura forestal.
La ganadería es actualmente la principal causa de la deforestación, seguida por la agricultura mecanizada de mediana y gran escala, generalmente para la producción de soya y maíz para uso comercial. Las consecuencias de la deforestación son la pérdida de servicios ecosistémicos, la perdida de actividades económico-productivas de comunidades campesinas e indígenas, además, la resiliencia de los sistemas agropecuarios entra en peligro haciéndose más vulnerables a los efectos del cambio climático.
El avance para ampliar la frontera agrícola en la región del chaco está provocando la desertificación de los suelos en áreas desmontadas y el municipio de Machareti no es ajeno a esta actividad extractiva. Ubicado en el corazón del chaco boliviano, con mucha historia corriendo por su territorio, formado por tres pisos ecológicos: La llanura chaqueña, pie de monte y la llanura sub-andina, con características climáticas como mucho sol y poca precipitación, temperaturas extremas que van desde -2°C hasta 42°C, la población formada por indígenas guaraníes de la zona, migrantes de todo el país que se asentaron hace mucho, sus actividades son la ganadería y la agricultura a pequeña escala. 

Desmonte en el Chaco chuquisaqueño. Foto: CIPCA


El Chaco boliviano vulnerable
El ecosistema del Chaco boliviano es frágil, con déficit hídrico, periodos cortos de precipitación, heladas, muy susceptible a sufrir erosiones hídricas y eólicas, la actividad ganadera debe ser manejada de manera eficiente para evitar la desertificación de áreas productivas, es por eso que la forma de producir en esta zona es bajo el sistema de diferimiento de monte. La zona de Machareti forma parte de la cabecera del acuífero de Yrenda, formado por Argentina, Paragua y Bolivia, es zona de recarga hídrica para las aguas subterráneas que viajan por toda la llanura chaqueña, que hace posible la producción y los asentamientos humanos en la llanura chaqueña, el mantener esta zona intacta es de vital importancia para la actualidad y el futuro, si pensamos dejar algo para las nuevas generaciones. 

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