Apoyados de troncos, vigas y la fuerza humana, un grupo de indígenas chiquitanos destruyó al menos 20 viviendas de avasalladores construidas en el área protegida Bajo Paraguá, ubicada en el municipio de San Ignacio de Velasco en Santa Cruz. El hecho ocurrió el fin de semana, cuando el equipo de inspección conformado por alrededor de 400 personas descubrió las casas en medio de la selva.
“Llamamos a una confraternización para que los hermanos conozcan nuestro territorio y sepan dónde comienza y dónde termina, pero nos sorprendimos al encontrar casas de material en plena selva”, informó a El Deber el coordinador y vocero de la Central Indígena del Bajo Paraguá, Rodrigo Soto.
En un video difundido por el medio cruceño se observa cómo los indígenas tumban las casas hechas de cemento, ladrillo y chapas.
Se prevé una segunda inspección con la participación de mil indígenas, quienes visitarán la zona el próximo mes. Advirtieron que a los avasalladores se les dará un plazo de tres semanas para que se retiren, caso contrario se los expulsará.
Recuerdan que la Constitución Política del Estado (CPE) establece que las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) son intocables, no obstante, esta reserva forestal se ve constantemente avasallada, sin que las autoridades realicen acciones concretas para frenar esta realidad.
“Los políticos de San Ignacio son buenos para salir en los medios y decir: ‘Nos están avasallando, pero no hacen nada para evitar que gente del interior se meta en nuestro territorio’”, dijo Soto.
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