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La firma internacional Fitch Ratings rebajó la calificación de Bolivia, que ya se encontraba en el umbral de negativo desde marzo de 2023, de B- a CCC, y advirtió el agotamiento de las Reservas Internacionales Netas (RIN), que genera el racionamiento de dólares y deriva en la escasez de carburantes.
La calificadora “normalmente no asigna perspectivas” de CCC, pero el reporte de la calificadora remarca que la rebaja refleja una disminución significativa de las Reservas Internacionales Netas “utilizables a niveles muy bajos, lo que aumenta los riesgos para la estabilidad macroeconómica y la capacidad de servicio de la deuda”, según reporte de Unitel.
“Es probable que los amplios déficits fiscales, financiados en gran medida con préstamos del Banco Central; y la ausencia de un plan de consolidación concreto sigan ejerciendo presión sobre las reservas”, señala parte del informe.
Ante este escenario, reseña que hay la probabilidad de que los amplios déficits fiscales, financiados en gran medida con préstamos del Banco Central de Bolivia, y la ausencia de un plan de consolidación concreto sigan ejerciendo presión sobre las reservas.
“Esto ha resultado en un racionamiento de divisas y en el surgimiento de tipos de cambio de mercados paralelos en el contexto de un régimen monetario estabilizado. El servicio de la deuda comercial externa sigue siendo bajo durante 2024-2025, algo que Fitch espera que las autoridades den prioridad debido a su escasa liquidez en divisas”, señala el informe.
Según datos del Banco Central de Bolivia (BCB), las Reservas Internacionales cayeron de 3.796 millones de dólares a 1.709 millones de dólares en el último año, según el BCB. De ese total, 166 millones de dólares son reservas líquidas y 1.566 son oro.
Desde la perspectiva de Fitch, la menor puntualidad en la publicación de los datos de reservas ha aumentado la incertidumbre.
Fitch pronostica que el déficit seguirá en aumento, apuntando que las exportaciones de gas continúan disminuyendo debido a la disminución de la producción, mientras que las importaciones de combustible “fuertemente subsidiado” siguen siendo elevadas.
“Los grandes errores y emisiones en los datos de la balanza de pagos probablemente indiquen una posición externa más débil dada la actividad generalizada de contrabando”, acota la publicación.
A esto se suma que las divisiones políticas limitan el financiamiento externo, subrayando que la fragmentación en el masismo ha complicado la aprobación de préstamos externos para apuntalar las reservas.
“La disminución de las reservas ha llevado a un racionamiento de divisas, con algunas escaseces periódicas de combustible causadas por retrasos en la autorización de divisas para las importaciones y restricciones por parte de los bancos sobre los retiros de depósitos en divisas”, acota la publicación, al exponer el surgimiento de un mercado cambiario paralelo.
Gobierno dice que el informe «carece de análisis», pero reconoce problema de liquidez
El ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro, rechazó la rebaja de calificación de B- a CCC de Fitch Ratings, porque, afirmó, “carece de un análisis en su verdadera dimensión”, pero admitió que el país tiene “problema de liquidez”, que “no es un problema de solvencia”, y aseguró que no se ha dejado de pagar la deuda externa.
“Carece de un análisis en su verdadera dimensión de los resultados positivos alcanzados en la economía nacional y los esfuerzos realizados para hacer frente al adverso entorno internacional”, sostuvo y agregó “es una calificación (CCC) de grado de inversión bajísimo, pero aquí hay que establecer que de ninguna manera Bolivia ha dejado de pagar el servicio de la deuda externa” de manera puntual, explicó a Unitel sobre esta calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera de largo plazo.
La calificadora “normalmente no asigna perspectivas” de CCC, pero el reporte de Fitch Ratings remarca que la rebaja refleja una disminución significativa de las Reservas Internacionales Netas “utilizables a niveles muy bajos, lo que aumenta los riesgos para la estabilidad macroeconómica y la capacidad de servicio de la deuda”.
“Es probable que los amplios déficits fiscales, financiados en gran medida con préstamos del Banco Central; y la ausencia de un plan de consolidación concreto sigan ejerciendo presión sobre las reservas”, señala el informe de Fitch Ratings.
Montenegro aseguró que Fitch no consideró que el país tiene crecimiento económico, un mercado laboral en crecimiento y factor de baja liquidez derivada por la falta de pagos de Argentina (por venta de gas) y la falta de aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa, donde están pendientes de aprobación más de 800 millones de dólares.
“El problema de la deuda externa no es ningún tipo de óbice para que Bolivia pueda entrar a los mercados internacionales de capitales y justamente estamos en esa perspectiva y esperando esa ventana de oportunidad”, señaló el titular de Economía, pues se están activando estrategias para insertar bonos en los mercados de capitales externos.
Montenegro también se observó que en la evaluación de Fitch no se considera que se viene implementando el «Plan de Reactivación Upstream 2021 – 2024», que prioriza proyectos de exploración en la búsqueda de nuevos yacimientos de gas y petróleo.
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