Este 18 de noviembre se conmemora el 181 aniversario del Beni, sin embargo, no es un día para celebrar. El departamento está declarado en desastre por los incendios y no es para menos, este 2023 esa región es la principal víctima del fuego descontrolado que está desplazando a las comunidades indígenas y se está cobrando la vida de animales y bosque.
Sin embargo, expertos advierten que el fuego no es casualidad, sino que es un mecanismo para dar viabilidad a la ampliación de la frontera agrícola, ganadera y minera, en el marco del nuevo Plan de Uso de Suelos (PLUS), aprobado en 2019 por Evo Morales.
“Hay una relación muy clara. Habilitar 10 millones de hectáreas a la agricultura, eran las palabras de los promotores del PLUS, pero la habilitación siempre es a través del fuego. Se prende fuego al bosque, primero le meten maquinaria, lo tumbas, al final lo quemas para empezar a plantar”, explicó el biólogo e investigador de la Universidad Autónoma del Beni (UABJB), Vincent Vos.
El especialista recordó que ese plan proyectaba el uso de alrededor de 10 millones de hectáreas para plantaciones de granos y ahora ya se quemaron dos millones en esas zonas.
“Desde que se aprobó PLUS, muchas tierras han sido compradas por consorcios, empresarios cruceños, brasileros, menonitas, están entrando con fuerza al Beni y ellos están habilitando (la tierra) a través de fuego y son en esos predios privados donde se dan la mayor parte de los incendios”, enfatizó el biólogo.
Vos indicó que este modelo de desarrollo no sólo es cruceño, sino que ya se aplica en Paraguay, Brasil y en el norte de Argentina, donde se dedicaron a la producción agrícola de monocultivos para la exportación de productos como la soya y otros. Lamentó que se busque un tipo de desarrollo a costa de la vida animal y humana.
En esa misma línea, el director ejecutivo del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), Miguel Vargas, indicó que son aproximadamente ocho normas, entre leyes de carácter nacional y decretos supremos, que han permitido legalizar los incendios y los desmontes ilegales, como una medida para garantizar el cumplimiento de la función económica social de ganaderos.
“Con el cambio de la política de uso de suelos en Santa Cruz el 2019 y lo que estamos viviendo hoy y también en 2022 en Beni, con la modificación del Plan de Uso de Suelos, no es casual que el departamento de Beni esté incrementando en 30% anual el índice de incendios forestales, esto responde a que se tiene una política que permite la habilitación permanente. Muchos de los predios se encuentran en tierras comunitarias de origen, pero esto permite habilitarlo para la producción de monocultivo y extender la producción de carne”, manifestó.
El viaje desde la capital cruceña con rumbo a Trinidad tiene un paisaje que comienza con grandes silos instalados al borde de la carretera y continúa con inmensos campos deforestados y cultivados principalmente con soya. A ambos lados de la vía se expande también el modelo cruceño de agricultura hacia tierras benianas que tradicionalmente fueron utilizadas para la ganadería, refiere una investigación del CEDLA.
Al respecto, el presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Beni, Bernando Suárez, lamentó esta situación y, en su opinión, estos incendios son realizados por personas “de afuera” que pretenden ingresar a las áreas protegidas para extraer oro.
“Los mineros quieren llegar a nuestro Beni a terminar de destruir la poca naturaleza que tenemos con la idea de explotar el oro, cuando ni siquiera la gente que vive en el lugar se ha beneficiado del oro, y el Estado le está dando muy poca importancia y es más, le está autorizando los asentamientos, entonces vemos con mucha tristeza la realidad que estamos viviendo”, dijo.
EL DATO
Con el nuevo Plan de Uso de Suelos (PLUS), aprobado en 2019, el departamento del Beni puede destinar el 39,8% de su territorio para uso agropecuario. De esa superficie, 5,5 millones de hectáreas son para uso agropecuario extensivo en todo el departamento y 301.543,8 hectáreas para uso intensivo en las provincias Cercado y Marbán colindantes con el departamento de Santa Cruz, de acuerdo con el CEDLA.
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