Ecóloga percibe negligencia de las autoridades para prevenir la crisis del agua

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Sumando Voces

Sumando Voces/ Foto: La Razón

La sequía está afectando a 290 de los 342 municipios del país, según un reporte oficial del Gobierno, mientras que algunas ciudades capitales ya empiezan a sufrir por la escasez de agua, sobre todo Potosí, donde se anuncia un plan de distribución de agua día por medio, y Sucre, donde la baja presión ha dejado sin el servicio a algunos barrios. Entre tanto, La Paz se encuentra en situación de “prealerta”, lo que significa que las autoridades promoverán un menor consumo para prevenir la posible escasez.

Ante esta situación, la defensora ambiental, Rita Saavedra, considera que al margen del fenómeno natural El Niño y del calentamiento global, hay que preguntarse qué previsiones han tomado las autoridades para evitar que la crisis del 2016 se repita.

“Creemos que estas eventualidades que se presentan con drasticidad, deberían haber sido prevenidas, pero creemos que no ha habido ese trabajo, creemos que esta negligencia de las autoridades se sigue manteniendo y no entendemos cómo están tranquilos en su trabajo”, cuestionó la también ecóloga integral, nutricionista y activista del colectivo Consumidores conscientes.

“Creo que no se ha tomado esto con la seriedad debida, porque nosotros como activistas nos alarmamos cuando pasa el problema, pero tenemos autoridades competentes que deberían estar haciendo un seguimiento pormenorizado, haciendo un plan de contingencia, haciendo los estudios debidos para evitar llegar a situaciones como la del 2016, o como la de ahora, en la que más de 200 municipios están con problemas de sequía y escasez de agua”, dijo Saavedra.

Este lunes, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que un total de 290 municipios se declararon en emergencia o en desastre por la sequía.

Saavedra se remitió al reciente informe presentado por la Fundación Tierra sobre el cambio climático en Santa Cruz, que señala que las lluvias se han reducido en 27% en aquella región, lo que da una idea de que la situación puede ser parecida en el resto del país.

La citada investigación concluye que llueve 27% menos que hace 40 años y que la precipitación anual bajó desde 1.446 mm hasta 1.050 mm. “Esta variación climática está por detrás de los eventos climáticos extremos de inundaciones repentinas y sequías prolongadas”, señala Tierra.

“Una de las principales fuentes de abastecimiento que tenemos en La Paz son las lluvias, si está lloviendo menos, y esto es de hace tiempo, estamos en un problema”, dijo Saavedra.

Su propuesta es cortar la provisión de agua a actividades industriales que no sean vitales, como la minería, la producción de soya y otras para garantizar el agua para el consumo humano. “Podemos sobrevivir sin minería, especialmente oro, porque se ha establecido que no es una actividad indispensable, es para fabricar joyas en la India”, dijo.

“Hay cosas que deberíamos estar realizando que van más allá de echarle la culpa al consumidor de las ciudades. Tenemos nuestra cuota parte, pero las empresas mineras por qué siguen funcionando y contaminando, por ejemplo Huanuni. ¿Es importante? ¿Más que la población?, por qué no se aplica un plan de contingencia a ellos y no únicamente decirnos que nos duchemos menos”, indicó.

Recordó que el “punto de no retorno” para el planeta es el 2030 y que, por tanto, deben tomarse medidas “correctivas, defensivas y preventivas”.

La especialista se preguntó por qué no se relaciona la deforestación de la Amazonía con la falta de lluvias. “Nos estamos quedando sin Amazonía, sin árboles, por tanto, la evaporación que genera el bosque, que luego se traduce en lluvia en los Andes al chocar con nuestra cordillera, se está rompiendo. Ese es un hecho científico y no lo toman en cuenta”, dijo.

Recordó que las consecuencias ya empiezan a visualizarse con la pérdida del lago Poopó de Oruro, la desaparición de la Laguna Concepción de Santa Cruz o la evaporación de la laguna Cáceres en Puerto Suárez. Y, en medio de ese panorama, según fuentes de la BBC, en la más reciente cumbre amazónica, el presidente Luis Arce se habría negado a firmar un compromiso para bajar a cero la deforestación en la Amazonía.

Las medidas que surgen como parches, son una muestra de que no hay una mirada integral al problema, según la activista.

Las consecuencias del calentamiento global, el fenómeno El Niño y la falta de previsión de las autoridades, según Saavedra, golpeará con más fuerza a los grupos vulnerables, aunque cuando el agua escasea, el problema afecta a todos y “no importa si tienes plata o no tienes plata”, como ocurrió el 2016 en La Paz, cuando los habitantes de las zonas residenciales se quedaron sin agua, igual que los vecinos de las zonas populares.

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