Sumando Voces/ Foto: Twitter de Luis Arce
Los ecos de Bolivia se escucharon en la Cumbre Amazónica que se celebra este 9 y 10 de agosto en la ciudad de Belém Do Pará, en Brasil, donde han coincidido el presidente Luis Arce y el activista Pablo Solón, aunque desde veredas opuestas.
Solón, junto a otros cinco representantes de la sociedad civil de los ocho países integrantes, ha intervenido ante el pleno de la Cumbre presidencial para hacer un llamado desesperado a los presidentes, para que asuman acciones inmediatas para salvar a la Amazonía de la deforestación, los incendios, la contaminación minera y el uso del mercurio en los ríos.
Entre tanto, el presidente Arce ha concurrido con un discurso ecologista en el que ha reconocido la crisis medioambiental en el Amazonas, pero ha culpado de esta situación al capitalismo y al consumismo. Es más, ha acusado a Estados Unidos y Europa de querer controlar la Amazonía, el primero a través de bases militares y de ONGs, y la segunda mediante ONGs, aunque no ha señalado nombres específicos.
“Unos quieren controlar la Amazonia por medios militares y de ONGs, y otros a través de las segundas. No aceptamos formas abiertas y encubiertas de querer controlar la Amazonía”, denunció Arce luego de la intervención de Solón, conocido por su activismo en favor del medio ambiente.
El discurso de Arce se produce luego de que, a finales de mayo, un juez dispusiera que se envíe apoyo militar al parque nacional Madidi con la finalidad de proteger esa reserva de la explotación minera ilegal, una disposición que no ha sido cumplida por el Estado.
La cumbre ha reunido a presidentes y representantes de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), aunque previamente y durante tres días se han desarrollado los diálogos amazónicos, de los que participaron cerca de 30 mil personas, que escogieron a sus representantes para que intervengan ante la plenaria de presidentes. En esa condición participó Solón, para hablar de la naturaleza.
“De todas las muertes, la más dolorosa es la de morir calcinado, sentir que la piel se achicharra, que el fuego invade hasta los tuétanos, gritar hasta que la voz se derrita. Después del holocausto nazi, ningún otro gobernante permite hornos crematorios para seres humanos, sin embargo, en la Amazonía abundan las hogueras contra millones de seres vivos de la naturaleza”. Con esas palabras empezó Solón su discurso de cinco minutos, el que fue compartido con Sumando Voces.
El representante de la sociedad civil pidió “hacer un alto en la deforestación y la degradación de bosques”, para lo que exigió proteger al menos el 80% de la Amazonía para el 2025 al considerar que la meta de llegar a cero deforestación para el 2030 es insuficiente.
Frente a la minería legal, Solón pidió evaluaciones de medio término para reforzar los planes de mitigación de las empresas. “Las zonas de minería se están convirtiendo en zonas de sacrificio de la Amazonía, el mercurio y la minería ilegal están contaminando los ríos, los peces y a los pueblos indígenas”, denunció.
Exigió que los países desarrollados cumplan con su compromiso de apoyar con más de 100 mil millones de dólares a los países en desarrollo para la transición energética, y demandó la creación de un OTCA social para hacer seguimiento a los compromisos.
Arce ecologista
Entre tanto, el presidente Arce más que hablar de problemas, se refirió a los desafíos de la Amazonía, entre los que citó al narcotráfico, la minería ilegal y el crimen organizado.
“Entre las principales actividades ilegales están la minería ilegal que emplea sustancias que contaminan el medio ambiente y utilizan una fuerza de trabajo que se reproduce en condiciones inhumanas”, reconoció Arce, en momentos en que el Gobierno es criticado por activistas medioambientales por su permisividad respecto a la minería ilegal, que usa mercurio en la explotación del oro en ríos de la Amazonía.
Sin embargo, el mandatario culpó de esta situación al capitalismo que, según dijo, “está poniendo en riesgo sus dos fuentes de generación de riqueza: a la humanidad y la naturaleza”.
El Mandatario planteó siete líneas de acción para a la Amazonía que son las siguientes:
- Fortalecer la institucionalidad de la OTCA.
- Demandar financiamiento no reembolsable y directo que garantice el desarrollo de la región amazónica y de sus pueblos.
- Participación activa de los mecanismos de integración regional, como la CELAC.
- Encaminar alternativas de desarrollo sustentable de la Amazonía.
- Promover una integración regional para enfrentar los desafíos críticos en la Amazonía.
- Evitar cualquier forma de militarización extranjera o injerencia de las ONGs con objetivos distintos a los que tienen los países de la región que tienen participación en la amazonia.
- Construcción de una agenda subregional para enfrentar la minería ilegal, el narcotráfico y el crimen organizado.
La Cumbre
Ocho presidentes integran la OTCA, sin embargo, sólo han concurrido cuatro a la cumbre, los demás han enviado a sus representantes. Asistieron los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Luis Arce (Bolivia), Gustavo Petro (Colombia) y Dina Boluarte (Perú). Han faltado Nicolás Maduro (Venezuela), Guillermo Lasso (Ecuador), Chan Santokhi (Surinam) e Irfaan Ali (Guyana).
La declaración presidencial de Belem, que contiene 113 puntos, fue emitida este martes, con un compromiso destinado a frenar la deforestación y a proteger tanto la naturaleza como a los pueblos indígenas que habitan en la Amazonía.