Arriba, Mario Galindo y Claudia Montaño; abajo, Cristian Alcoreza. Foto: Captura de pantalla.
Bolivia llega al Censo Nacional de Población de Vivienda, que se realizará este sábado 23 de marzo, en medio de polémicas y desconfianzas. Diversas organizaciones de la sociedad civil, articuladas en la Ruta del Censo, piden responder al cuestionario con claridad y con la verdad, pese a que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ignoró más de 50 propuestas elaboradas y entregadas por las entidades de la sociedad civil.
Al respecto, el director de Estadísticas del INE, Cristian Alcoreza, indicó que la mejor manera de colaborar es convertirse en censista. “La mejor manera de hacer seguimiento al censo es que una persona se adscriba como censista voluntario”, dijo Alcoreza en el programa Sumando Voces en directo, que se transmitió el jueves.
Para el coordinador de la Ruta del Censo, Mario Galindo, esta posición es una burla. “Nos está tomando el pelo, se está burlando de nosotros”, dijo Galindo en el mismo programa, del que también participó la responsable de incidencia del CEJIS, Claudia Montaño.
“Como Ruta del Censo le hemos hecho llegar más de 50 propuestas para la boleta censal, más de cinco propuestas para la actualización cartográfica, propuestas para el censo de prueba, para las capacitaciones; hemos capacitado aproximadamente 50 mil universitarios en todo el país, que ahora son censistas. Hemos sido totalmente proactivos, hemos generado siete tomos sobre investigaciones censales, y todo eso ha sido olímpicamente ignorado por el INE”, protestó Galindo.
En su criterio, eso demuestra que el INE “no quiere tener nada que ver con la sociedad civil y está actuando de una manera absolutamente autoritaria.
La Ruta del Censo es una iniciativa de la sociedad civil, integrada por redes, instituciones, fundaciones, ONGs, plataformas, organizaciones sociales, universidades, centros de investigación académica y periodistas, que tiene la misión de hacer un seguimiento al censo, cuyo trabajo se ha traducido en foros, conferencias, e incluso cursos de capacitación. UNITAS es parte de la Ruta del Censo a través de su Programa Urbano.
Pese a la desconfianza…
Tanto Galindo como Montaño coincidieron que existe desconfianza de la sociedad civil sobre el trabajo del INE, pero que, pese a eso, es importante responder el cuestionario con claridad, con la verdad y sin mentir.
Galindo indicó que “el INE se ha ganado una gran desconfianza del país”, pero dijo que “hay que ir al censo de manera clara, no debemos mentir, debemos dar la información correcta, porque va a permitir tener la información para planificar políticas públicas”.
Agregó que “este es el censo más caro de Bolivia y de América Latina”, por lo que instó a hacerlo bien. Explicó que el anterior censo tuvo un costo de 10 millones de dólares, mientras que el actual está demandado 77 millones de dólares, es decir que, el costo de cada censado subió de 1,20 a 6,80 dólares.
Montaño, que enfoca su trabajo en los pueblos indígenas, dijo que “existe un sentimiento de desconfianza generalizado debido a la desinstitucionalización del Estado. No podemos tapar el sol con un dedo, desde la sociedad civil eso es lo que se percibe, sin embargo, creo y es muy importante tratar de ser optimistas y darle al INE ese respaldo de entidad técnica que debería tener, además de despolitizar su accionar”.
Sobre el tema específico de los pueblos indígenas, Montaño observó que el INE desconoce la realidad nacional y que son las propias comunidades las que están asumiendo los costos del censo para garantizarlo. “El estado sigue cargando en las espaldas de los pueblos indígenas la labor que debería desempeñar el INE de manera técnica”, comentó.
Al respecto, el director de estadísticas de INE dijo que el censo podría prolongarse hasta tres días en las comunidades más alejadas. “El trabajo va a comenzar el 23 de marzo y, en ciudades capitales va a terminar a las 23.59, pero en áreas dispersas tienen hasta tres días para realizar el relevamiento de información”, dijo.
Las polémicas previas
El censo no solo ha estado precedido de conflictos sociales, como el paro de los 33 días de Santa Cruz, sino también de fuertes polémicas y hasta de desinformación.
Por ejemplo, la Ruta del Censo ha detectado 127 desinformaciones y, cuando apenas faltan unas horas para la realización del censo, algunas de ellas se mantienen, como la del acarreo de gente con la idea de que se puede hacer variar el resultado final, lo cual, según Galindo, es falso.
“Se ha comprobado que llevando 300 ó 400 personas sólo podrían alterar 1 ó 2% la composición del municipio, pero con eso no se gana nada y, por el contrario, hace perder al municipio donde vive”, dijo.
Otra de las polémicas tiene que ver con el nombre y el apellido, datos que están contenidos en la boleta, pero que, luego de las inquietudes expresadas por algunos líderes de opinión, el INE retrocedió y decidió que la gente puede dar solamente su nombre y obviar el apellido.
A respecto, Alcoreza indicó que se introdujo el dato completo porque permitirá saber el parentesco que existe entre las personas y destacó que en otros países también se hace de esa forma.
El uso del lápiz y no del bolígrafo también fue motivo de críticas, a lo que el INE respondió que se quiere evitar tachones en la boleta cuando el censita se equivoque.
Como esas, hay otras polémicas que, según Galindo, se resolverían rápidamente si el INE explicara y no optara por callar.
Pero lo que a Galindo le parece inaceptable es que haya gente de algún partido que asegura que el censo es político, que va a servir para cobrar más impuestos y para quitarle sus casas a la gente, lo cual “no se había escuchado desde la época de Herodes, es una crítica anacrónica”.
El especialista aclara que los datos servirán para diseñar políticas públicas, como las de vivienda, y que hay que ser ecuánimes incluso cuando se lanzan críticas. Por eso mismo, dice que “habrá que cruzar los dedos, ojalá la gente no dé información incorrecta”.
Puedes ver el programa completo aquí:
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