El Tribunal Supremo Electoral (TSE) está en el ojo de la tormenta porque sus decisiones en torno a la disputa interna del MAS levantan señalamientos de su alineamiento con alguna de las dos corrientes confrontadas. Y sus críticos afirman que, en cualquier caso, responde al oficialismo.
Esta semana, los vocales del TSE, por unanimidad aprobaron anular el congreso evista celebrado en Lauca Ñ, pero antes habían aceptado supervisarlo, en medio de diferencias internas entre los vocales.
En ese contexto, la politóloga Jimena Costa considera que la pugna del MAS no solo es por la sigla, “sino para ver para quién se va a aplicar el fraude”, por lo que ambas corrientes buscan el control de los vocales electorales.
Costa cree que “el tema de fondo es que evistas o arcistas, todos (los vocales electorales) son masistas”, a lo que se suma la agravante de que “no se ha auditado ni se ha cambiado el padrón, no se han cambiado las leyes, no se ha cambiado la cartografía”.
A principios de octubre, cuando se produjeron las discrepancias entre vocales del TSE, el presidente de esa instancia, Oscar Hassenteufel, rechazó que esa instancia actúe partidariamente. “Hasta donde puedo dar fe, ninguno de los miembros de la Sala Plena es militante de un partido político, porque ese es un requisito para acceder a este cargo, que cada uno pueda tener una ideología política, es un hecho absolutamente legítimo pero lo que si no es posible es tener militancia partidaria, por tanto, los problemas que pueda tener este partido (MAS) o el otro no tienen por qué influir en trabajo del TSE”, dijo la autoridad.
Los opositores tampoco confían en el TSE y lo ven danzar al ritmo de la pelea interna del MAS. El expresidente Jorge Quiroga escribió en su cuenta de Twitter que “en Bolivia escasean agua, dólares y gas; y el MAS está en feroz disputa interna en el TSE”.
Tras la decisión de anular el congreso del MAS, el TSE ha provocado la furia del expresidente, que ha acusado a los vocales de actuar políticamente y de querer concluir el trabajo inconcluso de Jeanine Añez para proscribir al MAS.
Si bien Morales reclama por la supuesta falta de independencia del TSE, le recuerdan que él también sometió a ese órgano del Estado. La diputada Luisa Nayar afirmó que “el TSE actúa sometido al Gobierno; y Evo Morales se queja hipócritamente de lo que practicó 14 años”. Agregó que “la pelea entre masistas utiliza a las instituciones a su antojo”.
La analista Jimena Costa considera que “más allá de si gana Arce o si gana Evo, quien pierde es la ciudadanía porque no podemos tener la garantía ni la certidumbre de que van a ser imparciales en el en el cómputo y en la presentación de resultados”.
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