Desastre en Andavilque. Foto: RRSS
La mazamorra que cubrió el 70% de la población de Andavilque, del municipio de Llallagua, Potosí, se cobró la vida de dos personas, varios heridos, más de 500 animales muertos, 40 casas dañadas y dos desaparecidos. Pero, más allá de que el mismo se atribuya a un desastre natural por las intensas lluvias, varios actores apuntan a un desastre provocado por la minería, pues aseguran que no rebalsó una laguna, sino un dique de colas a cargo de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
Aunque las autoridades atribuyen el desastre a las intensas lluvias, diversos sectores denuncian que no se trató de un fenómeno natural, sino del colapso de un dique de colas minero.
«No es un desastre natural, sino es un crimen ambiental», refirió a Sumando Voces la diputada Toribia Lero apuntando a las cooperativas mineras, por no haber realizado trabajos de prevención y de monitoreo de la laguna artificial K’enko. «No era una laguna, era un dique de colas donde se concentraban lava, desechos mineros, pasivos ambientales», añadió.


La madrugada del domingo 16 de marzo, una mazamorra cayó sobre la comunidad Andavilque, en Potosí. Los locatarios lograron rescatar a dos personas que quedaron atrapadas en el lodo y un par de decenas de animales. Las pérdidas son enormes y aún hay riesgo de nuevos colapsos, denuncian los locatarios.
La legisladora también responsabilizó a la Comibol, que tiene a su cargo la gestión ambiental de la zona. «Sabemos que la Comibol está a cargo de todo lo que tiene que ver con el tema ambiental. Quiero señalar que ha habido un gran descuido respecto a esta laguna artificial, yo no sé por qué la Alcaldía y la Gobernación han tenido tanta irresponsabilidad, yo creo que no les importa, porque al pie de la laguna K’enko hay varias comunidades», sostuvo la legisladora.

Al respecto, el alcalde de Llallagua, Adalid Aguilar, confirmó que el lodo estaba formado por desechos mineros acumulados desde la época del empresario minero Simón Patiño, y que el mantenimiento de los diques de cola que colapsaron estaban a cargo de la Comibol. En declaraciones a Red UNO, explicó que las intensas lluvias socavaron la base de la laguna, provocando una filtración que, al descender por el terreno empinado, arrasó con la comunidad. Asimismo, dijo que el mantenimiento de los diques de colas colapsados era responsabilidad de Comibol.
«Este daño ambiental es irreversible. Para cuántos años nos ha dejado este desastre Comibol. Las parcelas de tierra no se van a recuperar. Le rogaríamos que declare desastre ambiental. Hay animales que están en la lama. Pero, ¿qué hace Comibol? Billa por su ausencia», reclamó un comunario en declaraciones a Radio Pío XII de Potosí.
La diputada Toribia Lero solicitará una investigación a profundidad para dar con los directos responsables de este desastre. «Pero, en general, es pues el Gobierno el responsable, porque es el que tiene que ocuparse de este tipo de situaciones, debe estar siempre al tanto del monitoreo», apuntó.

Ante la gravedad de la situación, la diputada Lero anunció que solicitará una investigación exhaustiva para identificar a los responsables. «En última instancia, el Gobierno es responsable, porque debe garantizar el monitoreo de estos diques y prevenir tragedias como esta», subrayó.
Además, lamentó la inacción de organizaciones como la Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), que no se han pronunciado sobre el desastre. «Estamos en un estado de coma, nadie ayuda a las comunidades», concluyó.
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