Los territorios indígenas sufren las consecuencias de los incendios. Foto: CEJIS
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Los territorios indígenas Tacana Cavineño y Chácobo Pacahuara, en la Amazonía norte del país, se han visto afectados por los incendios. Algunas comunidades perdieron pastizales y bosque, otras quedaron intactas, pero todas padecen de falta de agua y medicamentos y el desplazamiento forzado de sus pobladores que se vieron obligados a huir del humo y el fuego a la ciudad más próxima.
Riberalta es el centro urbano que recibe a las familias indígenas de las comunidades de ambos territorios desde que comenzaron los incendios. Aún no existen reportes acerca de dónde se alojan, cómo sobreviven o cuáles son las consecuencias en la educación escolarizada de los niños por esa migración forzada.
La información procede de una inspección a comunidades en los territorios indígenas, Tacana Cavineño y Chácobo Pacahuara, colindantes con la carretera del Tramo III (Riberalta – El Chorro). La actividad estuvo a cargo del equipo de monitores territoriales indígenas de la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO), los responsables de las carteras de Tierra y Territorio de la Capitanía Indígena Chácobo Pacahuara TAPAYA y de la Organización Territorial Indígena Tacana Cavineño y una representante de la Organización de Mujeres Indígenas de la Amazonía Norte, con acompañamiento del equipo técnico del CEJIS.
En la comunidad Santa Elena, en el territorio Tacana Cavineño, el comunario Marcelo Eamara relató el impacto del fuego en sus medios de vida: “Se ha quemado mi castañal ya dos veces el año pasado y este año 2024 también se han quemado mis plantas. Es un lugar donde yo recolecto mi castañita. Se quemaron 30 plantas de castaña. Todo comenzó cuando se quemó la pampa por los terceros. Ellos se prenden fuego”.
Tareas de monitoreo
El 6 de septiembre, el ingreso fue a cinco comunidades del sector Biata (Los Tubos, Santa Elena, Alta Gracia, Triunfo y Tablero) en la TCO Tacana Cavineño. El resultado de la inspección se resume en el siguiente: Dos comunidades con pérdida de áreas en pampa; una comunidad con pérdida de área de monte alto; dos comunidades sin impacto por incendios. Las cinco comunidades sufren la falta de abastecimiento de agua y medicamentos, y no cuentan con provisiones dotadas por municipios u otra instancia estatal.
Los días 8 y 9 de septiembre, en el territorio TCO Chácobo-Pacahuara, se colectaron relatos acerca de incendios registrados próximos a las comunidades 23 de Marzo, Fortaleza y Nueva Firmeza (zona Río Benisito); Tokio, Puerto Tujuré, Alto Ivon y Naranjalito (zona central); y Los Cayuses, Los Marimonos, Puerto Barrera y Cachuelita (zona carretera).
En estas zonas, los incendios fueron extinguidos por los propios habitantes, lo que evitó mayor daño material. El problema que atraviesan es la falta de ayuda y los escasos habitantes para enfrentar nuevos fuegos, puesto que los pobladores migraron a la ciudad de Riberalta para huir de la humareda que envuelve a las comunidades.
“En nuestra comunidad se registró un incendio que no ha afectado mucho adentro, pero sí afuera, la pampa. No sabemos quién es el provocante, casi se nos quema un lugar donde tenemos madera acumulada, pero pudimos socorrerla. No hemos tenido pérdida económica ni de monte porque solamente se quemó la pampa. No se miraba nada, una neblina que duró tres días”, dijo Erwin Gamarra Lurici, de la comunidad Tablero en el territorio Tacana Cavineño.
Recuento de daños
En el trabajo de campo del 6 al 9 de septiembre en ambos territorios se verificó un impacto diferenciado hacia las comunidades: mientras algunas reportan pérdidas significativas en áreas de pampas y monte alto, otras han logrado mantenerse relativamente intactas. Sin embargo, todas enfrentan un desafío común: la escasez de agua y medicamentos, lo que agrava la situación para enfrentar el escenario post-incendio.
Si bien las lluvias del fin de semana amainaron los incendios forestales, los datos de SATRIFO detectan 18.312 focos de calor entre el 16 y 17 de septiembre, casi todos en el segundo día. La mayor parte, sin embargo, suceden en el departamento de Santa Cruz, en los municipios de Concepción, San Ignacio de Velasco y Urubichá, mientras que en Beni están en Exaltación y Baures.
En el monitoreo mensual del Ministerio de Medio Ambiente y Agua se registran 708.432 focos de calor hasta el 17 de septiembre, con los departamentos de Santa Cruz (634.014) y Beni (66.650) como los más afectados seguidos de La Paz (4.446) y Pando (1.452) como los más afectados.
Las reservas forestales y áreas protegidas están mayoritariamente afectadas por estos siniestros, mientras que los bosques más afectados son el Bosque Seco Chiquitano (456.452) y Bosque Amazónico (93.964). Los datos oficiales no consideran la categoría de territorios indígenas.
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