Sumando Voces
Sin poder contener las lágrimas, Miriam Pariamo, vicepresidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CENAMIP), respondió al ministro de Medio Ambiente y Agua, Rubén Méndez, sobre la contaminación del mercurio y cómo en la actualidad está afectado a los indígenas que habitan en las riberas de los ríos donde se explota oro con ese elemento.
“Me da tanta pena (…) que un representante del Gobierno diga que (el mercurio) no hace daño, estamos escuchando las voces de nuestros hermanos, venimos desde el 2011 sufriendo una represión por reclamar nuestros derechos y para los indígenas no hay justicia. Qué hay de nosotros que vivimos en las riberas de los ríos, vemos a nuestra gente morir todos los días, con dolor de estómago, con diarrea, ¿acaso no siente lástima?”, dijo Pariamo.
La semana pasada, el ministro de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), Rubén Méndez, puso en duda la peligrosidad del mercurio al señalar que cuando él era niño jugaba con ese elemento tóxico y nunca le afectó en su desarrollo. Pese a que luego dijo haber sido descontextualizado, esa declaración generó una serie de repercusiones y críticas puesto que existen diversos estudios que comprueban la nocividad del mercurio.

“Alguien decía: ‘yo tengo 66 años y no tengo ningún síntoma de mercurio’. Yo también le creo porque yo soy de Potosí. En 500 años de vida de Potosí se ha usado mercurio para la plata y para el oro, y por ríos de las calles de Potosí, cuando llueve, sigue corriendo mercurio”, dijo la autoridad.
Uno de los estudios fue realizado por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) a solicitud de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), que recolectaron muestras de cabello de 302 indígenas del norte paceño para el análisis.
En el estudio se evidenció las graves consecuencias de la contaminación por mercurio: seis pueblos indígenas tienen altos niveles de mercurio en el cuerpo, ya que todos los días consumen pescado envenenado con ese elemento químico que las empresas y cooperativas mineras botan a los ríos.
Los resultados señalan que hasta un 74,5 % de las personas examinadas tienen mercurio en una media de 3,93 partes por millón (ppm), muy por encima de lo permitido internacionalmente que es 1 ppm.

En ese sentido, la dirigente indígena Mirian Pariamo aseguró que asumirán medidas para hacer frente a esta situación. “Nosotras estamos cansadas (…) vamos a denunciar a nivel internacional, que se cumplan los tratados internacionales, porque si aquí en Bolivia no nos hacen justicia, pues vamos a ver si a nivel internacional no se va a escuchar nuestra voz, nuestro clamor”, dijo a tiempo de señalar que los pueblos indígenas no sólo reclaman por su bienestar, sino por el de todos los bolivianos, ya que la contaminación y la depredación ambiental se expande paulatinamente.
Contó que, por denunciar estos hechos, las líderes indígenas son perseguidas y temen por sus vidas y la de sus hijos.
Finalmente, manifestó que ellos buscan el desarrollo alternativo, por lo que exhortó al Gobierno a fomentar el turismo. “Yo quisiera decirle al Gobierno: en vez de destruir con mercurio, con minería, con la tala de árboles, ¿por qué ha hecho desaparecer el turismo comunitario? En Rurrenabaque nosotros vivíamos bien con el turismo, con el ingreso de tantas personas, ahora está matando el turismo por querer cumplir su capricho”, puntualizó Pariamo.
