Dayana Chávez es una joven de Guarayos. Foto: Sumando Voces
Dayana Chávez Flores es una joven de 18 años que, mientras cursa el último año de colegio, sueña con estudiar para maestra, volver a su comunidad y poner un negocio para que los jóvenes no se vean forzados a migrar.
Ella es presidenta de la organización de jóvenes Yotaú, de la provincia Guarayos de Santa Cruz. Hace poco estuvo en La Paz participando de un foro organizado por el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), donde pidió que las autoridades tomen en cuenta la opinión y la voz de los jóvenes.
Dayana tiene tres hermanos. Una de ellas es profesora de primaria, otro está a punto de titularse para profesor de música y otra migró a Brasil.
Ella seguirá la tradición de ir a la normal para estudiar, pero sus sueños están anclados a la tierra. “Pienso estudiar, quiero seguir en la red de jóvenes, pero también quisiera volver a mi comunidad para poder hacer un pequeño negocio para que todos los jóvenes que estudien vuelvan a su comunidad y estén junto a sus padres”, dice esta joven llena de energía.
De hecho, ya está involucrada, junto a su mamá, en un pequeño emprendimiento de aceite de cusi, que es procesado como champú, medicina para varias cosas, entre otros usos. La mamá de Dayana recibió capacitación de CIPCA para desarrollar este trabajo, del que Dayana habla con pasión. De hecho, llegó al foro de La Paz cargando sus productos para venderlos.
“El aceite de cusi se lo usa para el cabello, para la tos, para la fiebre, para el dolor de la menstruación, contra las canas, caspa y caída del cabello”, dice. El cusi es un tipo de palmera que abunda en la Amazonía boliviana.
Dayana tiene claro lo que quiere hacer, pero no sucede con todos. De hecho, cuenta que en la comunidad muchos jóvenes se ven forzados a migrar por falta de ingresos y algunas chicas se convierten en madre siendo aún muy jóvenes, una problemática muy recurrente en el país.
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