Bolivia cumple este 6 de agosto 199 años de vida republicana y está a un año de celebrar el bicentenario de su fundación. Más allá de los consabidos desfiles, la fecha llega con el pedido casi generalizado para que el Gobierno adopte medidas urgentes contra la crisis económica.
Según diversos medios, el boliviano se ha devaluado en 100%, toda vez que la cotización del dólar bordea los 14 bolivianos. Hace un año y cinco meses, la divisa se cotizaba en 6,96 bolivianos.
El incremento del precio del dólar se debe a la escasez de la divisa, lo que a su vez ha llevado al encarecimiento de los precios de la canasta familiar y a la escasez de combustibles que, en Bolivia están subsidiados. De hecho, el festejo patrio encuentra a muchos ciudadanos haciendo filas para conseguir combustibles.
Frente a esta situación, diversos analistas, gremios empresariales y líderes políticos han pedido que el Gobierno tome medidas urgentes, entre ellas, la reducción del déficit fiscal y el sinceramiento del tipo de cambio.
Sin embargo, la respuesta se hace esperar. El economista Gonzalo Colque considera que en el Gobierno impera la política de “no hacer nada” y que por eso incluso se desaprovechó la oportunidad de ajustar el precio de los combustibles cuando varios sectores se lo pidieron.
“El gobierno de Luis Arce parece haberse quedado encapsulado en un espacio temporal en el que no hay ningún plan más que simplemente estar y dejarse llevar por la corriente. El Presidente sigue aferrado a su política de no hacer nada con respecto a los precios congelados desde diciembre de 2004”, señaló Colque en su más reciente columna publicada en Sumando Voces y otros medios.
“Para decir sin vueltas, la política de no hacer nada es el resultado del cortoplacismo y la incompetencia de una clase gobernante que solo se enfoca en buscar soluciones rápidas, fáciles y populistas”, india el analista.
Frente a esa situación, diversos sectores se pronunciaron pidiendo acciones. “Para no tener un país con una severa crisis, convulsionado además, urge asumir medidas valientes e inteligentes, aquí y ahora, con políticas de corto plazo para normalizar el funcionamiento de la economía, y políticas de carácter estructural para ajustar las cuentas fiscales y el funcionamiento del Estado”, señala el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en un comunicado titulado “de cara al bicentenario del 2025”.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), luego de sostener reuniones con el Gobierno, emitió un pronunciamiento pidiendo la aplicación de las medidas propuestas por el sector “en el menor tiempo posible ya que la situación que enfrentan los sectores productivos, las regiones y la propia ciudadanía es cada vez más difícil y demorar la toma de decisiones contribuye a los problemas”, según dijo el presidente de la entidad, Giovanni Ortuño.
“Lo que ahora corresponde es proponer y debatir nuevas medidas que logren enfrentar adecuadamente los problemas urgentes, es decir aquellos que no pueden esperar procesos y debates extensos y complejos”, afirmó.
Al respecto, el empresario y líder político opositor, Samuel Doria Medina, escribió en su cuenta X: “los empresarios piden que el gobierno tome medidas. Los transportistas piden al gobierno que tome medidas. Todos pedimos al gobierno que gobierne. Es un clamor general: Presidente, haga algo contra la crisis”.
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Pablo Camacho, en un mensaje por las fiestas patrias, dijo que “hoy debemos hablar de un gran diálogo nacional, debemos hablar de un acuerdo por Bolivia, la actual coyuntura demanda la toma de decisiones, si no el costo para la economía será mayor”.
El clamor también ha sido expresado por sectores populares, como los gremiales, los transportistas, los chóferes y otros gremios que son afectados por la crisis sin que se tomen acciones al respecto. Estos sectores ya han protagonizado protestas callejeras exigiendo una solución al problema.
El expresidente y jefe de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, escribió hace unos días que “la incapacidad, la falta de transparencia y la irresponsabilidad del gobierno del MAS han conducido a una situación extrema en la que la falta de dólares, de carburantes, de trabajo, de productos y de gestión están agravando los conflictos sociales y provocando la indignación ciudadana”.
Frente a esa situación, dijo que “Arce, su gobierno y su partido son responsables y tendrán que responder por sus actos y sus terribles resultados”.
¿Qué hacer?
Sin importar la fuente que se consulte, existe coincidencia en que la principal medida que debe adoptar el Gobierno es el recorte del gasto público para bajar el déficit fiscal.
El analista Gonzalo Chávez dijo que, entre más tarde, la solución va a ser más compleja. “El primer paso es cortar déficit público”, explicó y, para lograrlo, señaló que se deben cerrar empresas estatales deficitarias y aplicar medidas para bajar la subvención a los carburantes.
Sin embargo, el paquete de ajuste no tendrá efecto si se aplica solo, por lo que es necesario, explicó Chávez, que el Gobierno contraiga créditos por unos 3 mil millones de dólares para pasar el momento.
El Instituto Boliviano de Comercio Exterior planteó 12 medidas, entre ellas, reducir el déficit fiscal, sincerar el tipo de cambio “siendo que, en la práctica, el boliviano ya se ha devaluado”, encarar la eficiencia en la inversión pública, liberar la importación de combustibles para su libre venta, entre otras.
Chávez considera que «estamos frente a la formación de una tormenta perfecta, tanto en términos económicos como políticos, la degradación de muchos indicadores es muy rápida». Y, en ese contexto, la llegada del bicentenario, que debía ser motivo de festejo y alegría, «va a estar cargado de una crisis económica, política y social» por el agotamiento del modelo económico, según Chávez.
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