Casa de la Mujer
La violencia contra la mujer es una violación a los derechos humanos que afecta a toda la familia. Fabiola Rojas, psicóloga de Casa de la Mujer, manifestó que las niñas, niños y adolescentes que crecen en un ambiente de violencia familiar, se ven afectados y perjudicados en su desarrollo evolutivo a corto, mediano y largo plazo e inevitablemente, tendrán secuelas físicas, emocionales y serán en el futuro menos seguros que aquellos niños que viven en hogares pacíficos.
La psicóloga expresó estas palabras para referirse y dimensionar el daño mayor que ocasionarán las escenas de terror, caos, encierro y autoritarismo reinante, desde el día de los comicios electorales en el país, 20 de octubre. No quiso referirse a los resultados electorales, argumentando que para eso existen otras instancias. “Fuimos obligadas a mantenernos en una especie de secuestro en nuestras casas, por determinación de un ente cívico que con un autoritarismo agresivo, racista, misógino, homofóbico y en nombre de Dios, invocó a cometer actos de violencia que desconocen todos los derechos individuales y colectivos que nos asisten como personas y como pueblos …., la gente siguió y sigue por la pantalla chica el desenlace de la violencia, como si fuera parte de un video-juego, el cual reproduce y naturaliza la violencia patriarcal entre quienes se disputan el poder absoluto”.
En opinión de Rojas, los efectos de esta violencia estructural en la vida de los menores serán devastadores, jugaran a la guerra, a cometer actos vandálicos, reforzarán la instrumentalización del cuerpo de las mujeres para evitar una arremetida del adversario y lo harán con naturalidad, reforzando la cultura patriarcal que usa la fuerza para someter a las mujeres y a las niñas/os. La violencia machista se reciclará una y otra vez.
“En medio del autoritarismo callejero, bloqueos y los enfrentamientos sangrientos, están las mujeres, quienes acompañando las movilizaciones de sus comunidades, organizaciones y/o familiares, se llevan la peor parte de los conflictos, colocadas en la primera línea de choque, son las primeras agredidas, humilladas y forzadas adoptar una posición de perdón que no sienten, esto es tan violento como el golpe o la amenaza de cualquier machista”, completó.
La realidad que nos pinta la psicóloga, Fabiola Rojas, es desalentadora, pero mucho más desalentadora es la situación de mujeres víctimas de la violencia que buscan un lugar de protección y auxilio frente a una emergencia. Resulta que hoy la Policía está ocupada en asuntos de bloqueos, enfrentamientos, avasallamientos, saqueos protagonizados por fuerzas polarizadas, interesadas en sembrar el caos, abandonó sus actividades rutinarias de cuidar la seguridad ciudadana y cumplir su rol. Por ejemplo, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia. Las mujeres en situación de riesgo, totalmente desprotegidas, indefensas, sin que alguna institución pueda garantizarle seguridad, tranquilidad y le brinde el auxilio que requiere.
No hay datos que descubran cuántas mujeres fueron víctimas de la violencia machista, cuántos delitos contra la libertad sexual se cometieron, cuántos intentos de feminicidio sucedieron y cuantas mujeres perdieron la vida (feminicidios) mientras la Policía se movilizaba hacia los enfrentamientos, abandonando su misión; seguramente, alguien tendrá que rendir cuentas y explicar a la población las determinaciones asumidas por los uniformados.
