Los habitantes de 95 comunidades están sufriendo el desastre. Foto: CEJIS
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Un total de 95 comunidades tsimane que habitan los alrededores del río Maniqui (arriba y abajo), cercanas al municipio de San Borja, en el Beni, piden víveres, herramientas y vituallas ante las inundaciones que han sufrido y que han derivado en su aislamiento de los centros poblados y la pérdida de sus pequeñas plantaciones.
El Gran Consejo Tsimane solicitó esa ayuda, a través de una carta enviada al Ministerio de Defensa y al Viceministerio de Defensa Civil. En el documento, se describe una por una las comunidades con el total de familias afectadas por las lluvias, las que suman casi 4 mil en aproximadamente un mes.
El presidente del Gran Consejo Tsimane, Maguin Gutiérrez, explicó que en realidad son más comunidades afectadas, pero solo las 95 mencionadas pudieron hacer llegar su documentación, requisito exigido por las autoridades estatales para acreditar su existencia.
“Hay comunidades que están dentro del agua, han perdido sus cultivos de plátano, arroz, yuca y todo lo que se puede cultivar, lo mismo sus animales como ganado y gallinas”, explicó Gutiérrez.
A la vez, las escuelas no están funcionando porque las unidades educativas están anegadas de agua. Las comunidades no pueden salir hacia San Borja, el centro urbano más próximo, para llevar sus productos o abastecerse de otros.
“Hemos mandado cartas al Ministerio de Justicia y Viceministerio de Defensa Civil. Nos han recibido y nos han apoyado hasta el momento, pero lo que nos está atrasando es el tema de la ley de declaración de desastre que motive a Defensa Civil. En el municipio hemos estado tras de ese documento para que nos hagan el informe técnico, ese es el documento principal que están esperando que llegue para que Defensa Civil pueda ver cuanto es el cupo o tonelada que va a corresponder de las 95 comunidades”, dijo Gutiérrez. También dijo que la Alcaldía de San Borja asistió con alimentación a una parte de la población ubicada hacia abajo del río Maniqui.
Según el reporte, hace un mes que la lluvia persiste y el río aumenta su cauce; la palizada se acumula y el agua se desborda hasta todas las comunidades.
“Cuando el río Maniquí crece; empieza a llenarse las aguas en las lagunas; de las lagunas el agua se desborda por todo lado y eso afecta a todas las comunidades, afecta a nuestros caminos por los que salimos siempre para sacar los productos al mercado de San Borja”, dijo Gutiérrez.
Por ahora no se han reportado enfermedades por las aguas acumuladas, pero los dirigentes prevén que aparezcan resfríos, infecciones, proliferación de hongos y alergias por el agua detenida.
El pueblo tsimane mantuvo hasta hace poco las características de población itinerante, pero actualmente forman comunidades que se sustentan en la pequeña agricultura y persisten sus prácticas de caza, pesca y recolección.
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