Foto referencial de periodistas cumpliendo con sus labores.
La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y el Círculo de Mujeres Periodistas de La Paz expresaron su «más enérgica condena a la violenta agresión perpetrada el pasado sábado 3 de mayo contra la periodista Ángela Ninoska Mamani y el camarógrafo Dahan Joaquín Vedia, del canal 35 Televisión Tunari, mientras cumplían con su labor informativa en el municipio de Quillacollo, Cochabamba».
Según varios reportes de prensa, ambos trabajadores de la prensa fueron atacados por un grupo de choque que llegó al lugar en ocho vehículos y reprimió violentamente una protesta vecinal contra el traslado de residuos desde Cochabamba. «La periodista fue tomada por el cabello, golpeada, herida con un objeto punzocortante y despojada de su equipo de trabajo y pertenencias. El camarógrafo fue derribado al piso, agredido a patadas y también perdió su equipo profesional», señalan ambas organizaciones.
Esta agresión no constituye un hecho aislado. Se trata del segundo ataque contra una mujer periodista en el marco de este mismo conflicto social, «lo cual evidencia un preocupante patrón de violencia sistemática contra mujeres periodistas en el ejercicio de su labor». El lunes fueron atacados la periodista de Unitel, Paola Cadima, y el camarógrafo Juan Rodo Adrián.
Este tipo de agresiones no solo pone en riesgo la integridad física de las periodistas, sino que genera un efecto inhibidor, limitando su capacidad de informar con libertad, reduciendo su participación en la cobertura de hechos relevantes y profundizando las barreras estructurales de género dentro del ejercicio periodístico, indican.
Agregan que «estos ataques ocurren en un clima de total impunidad, sin acciones concretas por parte de las autoridades competentes para garantizar justicia, reparación y no repetición».
Señalan que la violencia contra mujeres periodistas no solo vulnera sus derechos fundamentales, sino que atenta directamente contra la libertad de prensa, la democracia y el derecho de la ciudadanía a estar informada. «Nos solidarizamos con Ángela Ninoska Mamani, con su equipo y con todas las periodistas que ejercen su labor en condiciones adversas y exigimos la investigación exhaustiva de estos hechos y la adopción de medidas urgentes y específicas para proteger la labor periodística, incluyendo mecanismos de prevención, protección y acceso efectivo a la justicia con enfoque de género», concluyen.
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