A medida que la crisis climática se agrava, también lo hace la violencia contra quienes protegen nuestro medio ambiente, lo que incluye los bosques en situación de riesgo climático. Para lograr una verdadera justicia climática, tenemos que abordar la situación de quienes trabajan en primera línea para exigir acciones climáticas. En todo el mundo, las personas que defienden el medio ambiente y trabajan por la justicia climática son objeto de una violencia, un acoso y una criminalización cada vez mayores. La mayoría de estas agresiones están relacionadas con conflictos territoriales en los que están implicadas industrias causantes de daños al medio ambiente -desde la deforestación por parte de las agroindustrias hasta la minería-, y sin embargo las empresas no rinden cuentas por estos daños.
En este informe destinado a los responsables políticos que asisten a la reunión de las Naciones Unidas sobre el clima en Egipto (COP27), las organizaciones de la sociedad civil: EarthRights, Global Witness, Natural Justice, Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, CIVICUS y la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra comparten sus recomendaciones para proteger a quienes están en la primera línea de la crisis climática y permitir la participación diversa, segura y efectiva de los observadores de la sociedad civil durante las COP y otras negociaciones internacionales sobre el clima.