Precios, dólares, devaluación, combustibles: la caída de las reservas ya impacta en la economía de la gente

Desarrollo

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Mery Vaca

La caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) ha empezado a impactar en la economía de la gente que, poco a poco, siente el incremento de los precios de los productos importados, tiene que someterse al mercado negro de dólares para conseguir la divisa y, de tanto en tanto, se enfrenta a la escasez o a las filas para conseguir combustible para los vehículos.

Los economistas José Gabriel Espinoza y Fernando Romero coincidieron en el programa Sumando Voces en Directo, emitido el jueves, que el país está viviendo una devaluación no declarada de su moneda y que la carencia de reservas tiene efectos concretos para la gente, para el sector privado y para el propio Estado.

El Banco Central de Bolivia (BCB) informó la semana pasada que en el país quedan 1.709 millones de dólares de reservas internacionales, de las cuales, solo 166 millones de dólares son divisas.

“Bolivia ya no tiene reservas, ya no tiene ahorros, vivimos del flujo, vivimos como un consultor, como una persona que trabaja al jornal”, afirma José Gabriel Espinoza, quien fue director del Banco Central de Bolivia.

Fernando Romero, quien es presidente del Colegio de Economistas de Tarija, compara al Estado boliviano con “una especie de hombre rico que a pesar de que han caído sus ingresos quiere seguir manteniendo su estatus y está liquidando sus activos, comiéndose la herencia”. Grafica la situación indicando que “estamos caminando sobre la cornisa en una posible crisis”.

Efectos en la economía de la gente

Con las reservas internacionales se compran los combustibles que Bolivia consume y se paga la subvención de los mismos, por lo que es probable que los eventos de desabastecimiento que se han visto el 2023, “se vayan a repetir de manera más frecuente durante el 2024”, indica Espinoza.

“Las exportaciones son cada vez menores que las importaciones, por lo tanto, el diferencial debería ser cubierto por las reservas, pero en términos líquidos hoy día el Banco Central dispone de no más de 250 millones de dólares, eso significa que no podría cubrir más allá de dos o tres semanas de importaciones de hidrocarburos”, señala. Por eso, anticipa “un año muy, muy preocupante en términos de abastecimiento de hidrocarburos”.

Pero, sin duda, el principal efecto tiene que ver con el dólar y los precios. Por un lado, el sector empresarial tiene que pagar comisiones para enviar divisas al exterior para hacer sus adquisiciones, lo que encareció las importaciones hasta en 10% “y eso obviamente va a empezar a repercutir cada vez más en los precios para la gente, en sus compras diarias”, explica el analista.

Y, por otro lado, hay al menos cuatro o cinco cotizaciones distintas de tipo de cambio y en la frontera se puede conseguir el dólar a un valor de 7,70 ó 7,80, “entonces eso ha repercutido fuertemente en los precios de los productos que llegan al mercado nacional”.

Al respecto, Fernando Romero indica que “hay una inflación que no está declarada estadísticamente”. Y el impacto no sólo es en los productos importados, sino en los nacionales, porque para producirlos se requieren bienes de capital, materias primas e insumos importados.

“Ya se ha visto que inclusive uno, siendo cliente o ahorrista, no puede retirar la totalidad de sus ahorros y cuando quiere hacer uso de sus dólares, le ponen límites”, indica Romero.

¿Esto es una devaluación?

Tanto Espinoza como Romero consideran que el país está viviendo una devaluación, aunque no ha sido declarada.  Espinoza indica que “este incremento de precios que hemos visto de productos argentinos (en Bolivia) en realidad se debe a la devaluación del boliviano”.

Entre tanto, Romero dice que “es una devaluación que estamos viviendo porque nadie compra y nadie creo que puede adquirir un dólar a 6,96 y tampoco creo que nadie es un sano juicio, va a vender a ese precio dólares americanos”.

¿Por qué cayeron tanto las reservas?

Para José Gabriel Espinoza, la explicación es simple: Bolivia consume mucho más de lo que produce y lo que consume son, sobre todo, productos importados.

Esa relación desigual, era cubierta con el endeudamiento, “sin embargo este endeudamiento es caro y es difícil de obtener y, por lo tanto, hemos tenido que recurrir a la segunda fuente para sostener este consumo y tiene que ver con las reservas, hemos gastado los ahorros que teníamos”, explica Espinoza.

Hace notar que es el Gobierno central el que consume por encima de sus capacidades, por lo que “tenemos un gran problema de déficit fiscal”. Espinoza considera que “el límite lo vamos a encontrar en algún momento muy cercano en el tiempo porque los números ya no están dando”.

¿Qué hacer?

Las soluciones pasan por recortar gastos, pero Romero indica que “que no va a ser factible, menos un año pre electoral porque seguramente va a haber el incremento salarial, seguramente van a continuar con los bonos, y el subsidio a los carburantes”.

El analista si bien dice que no debería eliminarse la subvención, apunta a hacer ajustes para que los transportistas importen su propio combustible y se pueda cortar el consumo a sectores ilícitos, como el narcotráfico, el contrabando y la minería ilegal.

Por eso, propone liberar las exportaciones para generar divisas. “Me parece una política más sana, que seguir alimentando esas reservas y el gasto público a través de más deuda, a través de préstamos internos que superan casi tres veces a la deuda externa”, indica Romero.

“Hay que ser un poco más pragmáticos, menos ideológicos y buscar alternativas técnicas y sostenibles que nos permitan mejorar los ingresos”, indica, porque considera que el Gobierno en vez de reducir gastos los va a incrementar.

Espinoza afirma que “lo primero y principal” es sincerar la economía. Y en ese marco dice que el subsidio a los combustibles se mantiene desde hace 20 años y que eso, en cualquier economía seria, “es imposible de sostener”.

Coincide con Romero en sentido de que se debe liberalizar el comercio exterior, que permita atraer más dólares a Bolivia, pero a estas alturas no se trata de una o dos medidas porque, según dice, el país ya ha pasado ese punto.

“Hoy día no sirve solamente con devaluar o no sirve solamente con ajustar el precio de los hidrocarburos porque no existen los dólares suficientes para importar los hidrocarburos, el problema es que hay que generar más dólares y eso obviamente se hace con un paquete de estabilización, pero también de desarrollo y de fomento a la productividad”, concluye.

Mira el programa completo en este enlace:

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