Obispos inauguraron su asamblea en Cochabamba. Foto: CEB
ANF
Monseñor Aurelio Pesoa en la CVX Asamblea de Obispos en Bolivia lanzó varios cuestionamientos respecto a la quema de la Amazonía en la absoluta pasividad, a un ejercicio de la política que busca poder, imponer una ideología y negarse a dialogar, en un escenario de crisis ética de la humanidad, pero que responde en general a una “crisis del corazón”.
Reflexionó que la crisis ética que vive la humanidad es una “crisis del corazón”, no del entendimiento ni de la inteligencia, sino del corazón, enfatizó, porque, así como hay buenos corazones hay malos corazones.
Dijo que de manera oportuna el Santo Padre se refirió al tema del corazón como el centro de las decisiones éticas. “El papa nos dice con sencillez: ‘un mensaje que todos entiende, por eso frente al propio misterio personal, quizás la pregunta más decisiva que cada uno se puede hacer es ¿tengo corazón?
Monseñor Pesoa señaló que a la luz de la carta del Papa se pregunta si “tienen corazón los que ven cómo arde la Amazonía en la más absoluta pasividad, cuando son los que tienen la obligación de hacer algo para evitarlo”.
Por esa situación, muchos bolivianos están indignados porque todos los años hay incendios en la Chiquitanía ante la más indignante pasividad; mientras las autoridades no se conduelen por el desastre ecológico porque solo piensan en su interés económico y queman la naturaleza amparados en la más vergonzosa impunidad.
Asimismo, se preguntó si ¿Tienen corazón los que se benefician del hundimiento económico que sufrimos con prácticas corruptas y sin solidaridad? O los jueces que dictan sentencias injustas y condenando a la cárcel a personas inocentes
Cuestionó a quienes buscan mantener su sus ideologías políticas y económicas sabiendo que llevan al país al desastre; o si es que tienen la capacidad de compadecerse por la situación que viven los más pobres de este país.
“¿Tienen corazón los que bloquean los caminos viendo cómo lloran los campesinos, los empresarios, y el pueblo, sin sentir ni un poco de compasión?”, preguntó. “Hemos perdido el corazón y la capacidad para la solidaridad (…) sufrir con los que sufren”.
“Estamos parece construyendo un país frio e insolidario en el que ya no quieren vivir, obligando al pueblo a migrar”, sentenció el obispo Aurelio Pesoa.
Señaló que para hacer posible el desarrollo de una comunidad mundial hace falta la mejor política del verdadero servicio del bien común.
“No podemos construir un mundo mejor sin la política, pero los políticos que solo buscan su poder, su interés e imponer sus ideologías olvidando las necesidades y del bien común y sustituir el diálogo por las ciegas ideologías, deben ser superados”, afirmó.
Dijo con firmeza que la iglesia «cree en los bolivianos y bolivianas que trabajan, que gozan y padecen; en las madres, padres, abuelos, y en tanta bondad que es burlada, marginada y engañada, pero que no es tomada en cuenta por la mala política que busca el poder, impone su ideología, que no dialoga, que no tiene en cuenta el bien común y nos tiene sometidos sin tomar encuentra la libertad de expresión”.
Añadió que el Papa dice como aconsejándonos a todos los bolivianos: “a quien le toca gobernar, sabe escuchar el punto de vista de otro, facilitando que todos tengan un espacio”. Y que es el momento de participar en el proyecto de construir una Bolivia desde la razón y el diálogo y que las instituciones se arriesguen del letargo con el sacrificio de todos para un futuro de esperanza.
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