Los representantes indígenas reunidos en el norte del país hicieron un acto de reivindicación. FOTO. ANA
ANF y ANA
Más de 40 pueblos indígenas se reunieron en el municipio de Rurrenabaque, departamento del Beni, para analizar el escenario electoral y concluyeron que todos los candidatos se concentran en el extractivismo como el motor de sus modelos económicos, práctica que se constituyó en el principal factor de vulneración de sus derechos.
“Dadas las políticas de los gobiernos y de lo que prevemos que va a pasar con los futuros gobernantes, parece que no va a haber un cambio; al contrario, la política extractivista de extracción de recursos de materia prima, minería, petróleo, de agro negocios, ganadería, monocultivos, madera, todo eso va a continuar en nuestros territorios”, lamentó la presidenta de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap), Ruth Alipaz, en Fides Trinidad.
Los líderes de las naciones indígenas participaron del Quinto Encuentro Nacional de los Pueblos Indígenas, realizado en Rurrenabaque, Beni. La cita se consolidó como un espacio de articulación y resistencia frente al avance del extractivismo, el avasallamiento territorial y la desatención estatal.
“El tema de la política es la base de toda la violación de los derechos de los pueblos indígenas. Está vinculado a los daños ambientales, a las violaciones del derecho de la madre tierra. En ese orden es que las propuestas que se están dando son cambiar la matriz económica, porque eso va a aliviar un poco los daños al medioambiente”, dijo Alipaz.
Frente a este panorama, las naciones indígenas exigieron que los candidatos a las próximas elecciones presidenciales asuman un compromiso público con sus demandas. Plantearon que sus propuestas sean incorporadas en los planes de Gobierno, con prioridad en el respeto al derecho a la consulta previa, libre e informada.
En los siguientes días, los indígenas harán llegar sus propuestas a los candidatos para que se protejan sus territorios del extractivismo agresivo, principalmente minero.
“El modelo económico desde la república al Estado Plurinacional de Bolivia es extractivista de recursos naturales, como la manera más fácil de generar recursos económicos, pero con altos costos de destrucción de los medios de vida saludables de la sociedad, además profundizado con falta de transparencia y corrupción”, señala el manifiesto suscrito por las y los defensores territoriales que se hicieron presentes en el V Encuentro de la Contiocap.
Coincidieron que la población boliviana espera un cambio, pero que pese a ello los candidatos no hablan de los graves problemas medioambientales que ocasiona el extractivismo, ni menos toman en cuenta a los pueblos indígenas, quienes nos consideramos olvidados por el gobierno y por los posibles gobiernos que asumirán en la gestión 2026.
Las delegaciones manifestaron que los candidatos a la presidencia y a otros cargos proponen cambiar la Constitución Política del Estado, lo que constituye en un grave riesgo para los pueblos indígenas en cuanto al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. “Nos genera temor de ser excluidos de la protección constitucional. Y significaría la pérdida de derechos ganados a costa de marchas y sacrificios, como el derecho a la propiedad colectiva de nuestros territorios”, señala el pronunciamiento, basándose en las luchas logradas en marchas históricas de tierras bajas y altas.
“Sentimos la pérdida de nuestras voces como pueblos indígenas y como sociedad civil boliviana por la disputa del poder entre los mismos de siempre, lo cual indica que no tienen interés de ofrecer reales cambios al país”, afirma el documento leído en la población amazónica.
“Nos damos cuenta cómo nos vienen engañando con propuestas de falsas soluciones frente a las políticas de economías basadas en el extractivismo de minerales, de combustibles fósiles, usando una narrativa falsa denominando con nuevos términos a sus viejas prácticas extractivistas”, señala el manifiesto.
Advierten que bajo el término de exploraciones no convencionales, se esconde el fracking, tras la transición energética o energías limpias están las mega hidroeléctricas con grandes inversiones para su corrupción, tras los biocombustibles se alientan a los agrocombustibles de palma aceitera, soya, tras la biotecnología se encuentran los transgénicos, tras la minería verde, responsable o alternativa se oculta la verdadera cara de la minería que no es con la naturaleza y los seres humanos, tras la seguridad climática o prosperidad, no se define para quiénes, tras los bonos de carbono, se ocultan los negocios que no detienen el extractivismo transnacional y permite seguir contaminando, entre otros aspectos.
“Finalmente, que nuestros gobernantes y los que se disputan el poder, son parte de este sistema de opresión y sometimiento de nuestros pueblos y del pueblo boliviano en su conjunto, para sostener la riqueza de los grandes capitales nacionales y trasnacionales, para ellos mantenerse en el poder y beneficiar a su entorno y base política, mientras al pueblo humilde nos mantienen en la pobreza”, señala el pronunciamiento.
Ante ello, y por la férrea defensa de la vida, la de los pueblos indígenas, y de los pueblos no contactados y en aislamiento voluntario, la vida de las poblaciones urbanas y de todas las formas de vida que forman parte de este Estado Plurinacional, en el contexto de Elecciones Nacionales de 17 de agosto de 2025, emitieron una resolución para el debate de la sociedad civil boliviana y de los pueblos indígenas, sobre los problemas reales que afronta para exigir los futuros gobernantes que sus planes de gobierno presten atención a las necesidades de soluciones básicas del pueblo boliviano, en especial de nuestros pueblos indígenas.
En un acto de reivindicación de la defensa de los territorios indígenas, las delegaciones se trasladaron hasta el Estrecho de El Bala donde el Gobierno de Evo Morales pretendió construir una megarepresa que de acuerdo a estudios académicos tendría consecuencias catastróficas sobre la Amazonía, condenando a la desaparición a comunidades y biodiversidad de una superficie similar a la mancha urbana de la ciudad de La Paz.
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