Bocinab declara estado de emergencia. Foto: BOCINAB
Ante la crisis ambiental, económica y social que atraviesan los territorios amazónicos de Bolivia, el Bloque de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Norte Amazónico de Bolivia (Bocinab), que agrupa a representaciones de Pando, Beni y La Paz, declara estado de emergencia. Exige también la aprobación inmediata del anteproyecto de Ley N° 118 de Bosques y otros sistemas de vida.
El 23 y 24 de mayo distintas organizaciones se reunieron en un encuentro realizado por la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC), la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB) y el Centro de Investigación y Promoción de Campesinado (CIPCA Norte Amazónico) y el Bocinab.

Representantes de diversas comunidades compartieron diferentes datos que les preocupan: los incendios forestales, la deforestación y los efectos del cambio climático han reducido drásticamente la disponibilidad de productos clave como la almendra y el asaí, de los que dependen cientos de familias. En el municipio pandino Gonzalo Moreno, la aplicación de la pausa ecológica provocó una caída del 80% en la cosecha de almendra, con impactos económicos severos.
A esto se suman los incendios que han arrasado la flora y fauna, dejando varios territorios inhabitables para la agricultura, el turismo comunitario y el uso de plantas medicinales. La migración forzada y el debilitamiento organizativo por falta de recursos son cada vez más frecuentes, mientras la ausencia estatal en salud y gestión ambiental agrava la crisis.
Las organizaciones también alertaron sobre la expansión de monocultivos industriales, como la caña de azúcar y la palma africana, en zonas como San Buenaventura e Ixiamas. Estas actividades han provocado deforestación masiva, contaminación de fuentes de agua y desplazamiento de cultivos tradicionales, generando conflictos internos y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de las comunidades.
El impacto ambiental también tiene un fuerte componente de género: las mujeres reportan una disminución significativa en la producción agrícola y los ingresos familiares, lo que profundiza las desigualdades estructurales.

Ley de Bosques con enfoque indígena y campesino
En ese contexto, el BOCINAB ratificó su respaldo al Anteproyecto de Ley N.º 118, pero subrayó que su aprobación debe darse con una revisión profunda que garantice una participación real de las comunidades en la toma de decisiones y el control territorial. Además, se exigió avanzar en la aprobación de la Ley Bruno Racua, una iniciativa construida durante más de 14 años por organizaciones del norte amazónico y considerada clave para la gestión sustentable de sus territorios.
El Bloque reafirmó que la defensa de los bosques y los sistemas de vida no puede esperar. «El Bocinab plantea que la ley debe contemplar mecanismos reales de participación de las comunidades en la toma de decisiones y control territorial, así como reconocer las afectaciones históricas sufridas por la expansión extractivista», finaliza la organización.

Aquí puede leer la declaratoria de emergencia del Bocinab:
DECLARATORIA-DEL-BOCINAB-PROYECTO-DE-LEY-N°-118También le puede interesar: