Empresa de aseo TREBOL, con millonario contrato, acumula denuncias de violación de derechos laborales

Derechos Humanos

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Sumando Voces

Trabajadoras de la empresa TREBOL de El Alto reogen la basura de aquella ciudad. Foto. ANF

ANF para Sumando Voces

La empresa TREBOL, que opera en El Alto desde el 2017, es objeto de denuncias sobre la supuesta violación de los derechos de sus trabajadores. El ministerio de Trabajo analiza las denuncias, y la empresa mantiene silencio sobre esas acusaciones, pese a los requerimientos de información realizados para esta nota.

Los trabajadores a cargo de la limpieza y la recolección de la basura en El Alto acusan a la empresa TREBOL de vulnerar sus derechos laborales, de incumplimiento de pagos, de aplicar descuentos y despidos injustificados, entre otras denuncias presentadas ante el ministerio de Trabajo, donde cursan más de veinte casos a la espera de una solución, según la nueva dirigencia sindical y esa institución gubernamental.

La empresa privada Tratamiento de Residuos Bolivia (TREBOL) comenzó a operar en El Alto en marzo de 2017, tras la disolución de la Empresa Municipal de Aseo Urbano de la Ciudad de El Alto (EMALT) durante la gestión de la alcaldesa Soledad Chapetón, cuando se adjudicó un contrato que implicó un pago de 860 millones de bolivianos hasta el 2023, de acuerdo a la información proporcionada por Gabriel Pari, secretario municipal de Agua, Saneamiento, Gestión ambiental y Riesgos.

En 2023 la gestión de la alcaldesa Eva Copa suscribió una ampliación del contrato por otros diez años por un monto aproximado de entre 130 y 140 millones de bolivianos anuales, que implicaría un pago global de hasta 1.400 millones de bolivianos al término del contrato, aunque es muy probable que esa suma suba por la indexación de una parte del contrato a las UFV.

Las denuncias de los trabajadores se enfocan sobre todo en las condiciones precarias de trabajo, sobre las que la empresa fue consultada formalmente para este reportaje, aunque no respondió, pese a la insistencia planteada a los ejecutivos de la firma.

«Actualmente, estamos luchando por nuestros derechos y contra el acoso laboral que sufrimos todos estos años. El anterior sindicato estaba en favor de la patronal y este sindicato es de los trabajadores, se ha elegido el 19 de septiembre y representamos a la mayoría de la base», afirmó en una entrevista la secretaria ejecutiva del nuevo sindicato de trabajadores, Tatiana Mamani.

Según la dirigente, que lleva 17 años en la empresa, la nueva organización nació a raíz de la “dejadez” del sindicato saliente, al que acusó de no hacer cumplir las demandas del sector y los derechos de sus trabajadores, que son mayoritariamente mujeres.

La nueva organización no fue reconocida por la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, pero cuenta con el aval de la Central Obrera Departamental (COD) de La Paz.

Al respecto, Mamani dijo que se han planteado la desafiliación de la COR por la afinidad de esta organización con los exdirigentes y anunció que en los próximos días presentarán las actas de la renovación sindical ante el ministerio de Trabajo.

No obstante, la dirigente cree que el ministro Erland Rodríguez “aparentemente está a favor” de los anteriores sindicalistas y expresó su esperanza de que “no nos hagan trampas para no recibir las actas”.

La líder sindical ha participado en las recientes movilizaciones de los trabajadores que demandan ser reconocidos por las organizaciones matrices de los obreros.

Una de las protestas se realizó en la puerta del ministerio de Trabajo y otra ante la COR El Alto, donde exigieron que esa instancia avale la asamblea donde se eligió al nuevo sindicato, aunque fueron señaladas de «evistas» y les negaron esa posibilidad.

Sin embargo, Mamani rechazó esa acusación y dijo que las movilizaciones no están relacionadas con ningún partido.

El trabajo de limpieza y recojo de la basura en El Alto es complejo y se hace en condiciones de precariedad, al ser una ciudad con 14 distritos, más de 1.000 urbanizaciones afiliadas a la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) y con una población actual de poco más de 885.000 habitantes, según el último censo.

Actualmente, TREBOL opera con 1.200 trabajadoras y trabajadores en diferentes grupos, que cumplen las labores de barrido, limpieza, recolección y traslado de desechos sólidos hasta el relleno sanitario de El Ingenio.

“La mayoría somos mujeres, muchas somos padre y madre”

La mayoría de los trabajadores de TREBOL, según Mamani, son mujeres que afrontan sobre sus espaldas el peso de la precariedad y una realidad muy dura porque hay muchas provenientes del campo, están en la tercera edad y cumplen el doble rol de padres y madres en sus familias.

«Hay personas que son de la tercera edad porque aquí han dado su juventud, son trabajadoras que algunas vienen de Clisa, Calsa, Colina, y han pasado por diferentes empresas. La mayoría somos mujeres porque muchas son padre y madre, no tengo el dato exacto pero la mayoría somos mujeres», dijo. Clisa, Calsa y Colina también son empresas de limpieza.

En TREBOL los salarios oscilan entre Bs 2.500 y Bs 4.500, según la fuente sindical. La mayor remuneración se paga a un trabajador o trabajadora con más de 17 años de servicio.

Señaló que una de las vulneraciones es que el 50% de los 1.200 trabajadores, no goza de beneficios.

«Seguro de la Caja de Salud tenemos, pero no todos. Somos 1.200 y de esa cifra, 580 estamos en planta y asegurados; el resto son trabajadores eventuales que no tienen seguro», apuntó.

Anteriormente, el número de trabajadores asegurados era de 800. Sin embargo, se redujo por despidos que no fueron apelados por los afectados debido a la falta de información sobre sus derechos laborales, sostuvo.

Los trabajadores denuncian que son constantemente víctimas de acoso laboral y apuntan a los supervisores como los principales vulneradores de sus derechos. En ese sentido optaron por realizar reuniones fuera de las horas de trabajo para conformar la nueva organización que ponga freno a esas irregularidades.

Por otra parte, hicieron conocer que, pese a requerimientos de herramientas de trabajo, éstos no son dotados oportunamente por lo que en algunos casos deben erogar de sus propios recursos para conseguirlos.

«Nos dan cuando ellos pueden, nos dan herramientas de trabajo de tres meses. Nos dan escobas, guantes, pero no cada mes como se ha acordado en el pliego de anteriores sindicatos donde se comprometieron a entregar herramientas dos veces por mes”, relató la dirigente sindical.

Este último tiempo, agregó, “nos han dado filmándonos recibiendo rasquete y escobas después de lo que hemos reclamado, pero más antes ya no nos estaban dando, nos estábamos comprando».

Los trabajadores cumplen un horario de ocho horas de lunes a sábado, desde las seis de la mañana hasta las dos de la tarde y también cumplen con un horario dominical por el cual perciben Bs 45.  No obstante, en gestiones anteriores el pago era de Bs 100, pero ese monto fue reducido sin el consenso con los obreros, según la información del nuevo sindicato.

En los distritos de El Alto más poblados, que son el uno y el seis, hay tres turnos a diferencia de los otros distritos alejados del casco urbano central donde solo existe un turno de ocho horas, indicó la entrevistada.

Hay un proceso de conciliación, pero si no hay acuerdo se activará la fiscalización

Entre las vulneraciones que denuncian los trabajadores están el incumplimiento de pagos, acoso laboral, descuentos y despidos injustificados, casos que se vienen tratando en instancias del ministerio de Trabajo, indicó la jefa departamental La Paz de esa institución, Mary Elizabeth Velasco.

«Me han dado un detalle en la jefatura regional de El Alto: denuncias de reincorporación hemos tenido seis esta gestión, hasta la fecha. Denuncias de acoso laboral, tenemos tres. Aquí, en La Paz solamente tenemos denuncias de vulneración a derechos laborales por el descuento ilegal que les han hecho, después tenemos una denuncia por vacaciones y quinquenio que no se les había pagado a las trabajadoras», detalló Velasco.

La jefa departamental de Trabajo señaló que existen mecanismos para hacer cumplir los derechos laborales, no obstante, estos se ejecutan cuando el proceso de conciliación no da resultados.

«Tenemos nuestro medio de hacer cumplir los procedimientos, es hacer las inspecciones técnicas laborales, pero como en este caso estamos en etapa de conciliación no lo estamos aplicando porque el objetivo principal del ministerio de Trabajo es que los trabajadores sean restituidos en sus derechos y estén satisfechos con lo que vamos a llegar a un acuerdo entre trabajador y empleador. Si es que no llegamos a un acuerdo recién vamos a activar esos medios», indicó la funcionaria.

En torno al porcentaje de trabajadores eventuales de la empresa, Velasco señaló que están en vigencia dos modalidades de contrato entre patrón y obrero.

En la Ley general del Trabajo, explicó la autoridad laboral, existen dos clases de contrato, a plazo fijo y contrato indefinido. El contrato a plazo fijo tiene una fecha de inicio y una final, que el trabajador lo conoce y el contrato indefinido empieza una gestión y tiene tres meses de prueba y éste puede ser hasta que el trabajador se jubile.

“Pero, hay otros contratos que se han establecido a través de resolución ministerial que son contratos por obra y por proyecto. Entonces si se da cuenta el jornalero como tal, dentro de la legislación laboral, no existe, pero también hay que considerar que hay norma como la civil que establece otra clase de relación laboral».

Mamani explicó que actualmente la empresa tiene 580 trabajadores de planta que gozan de beneficios sociales y otros 620 que trabajan bajo contratos eventuales por lo que no tienen acceso a los beneficios de aguinaldo y seguro de salud.

Sobre las denuncias, este medio intentó entrevistar al coordinador general de TREBOL, Jorge Vigabriel, que delegó la tarea de responder las preguntas a la jefa Técnica de esa empresa, Rosemary Gardeazabal. Sin embargo, Gardeazabal dijo por vía telefónica que se encontraba de viaje y no podía responder a las interrogantes.

Cuestionan que el presupuesto suba por la indexación a las UFVS

El secretario de Finanzas del municipio alteño, Carlos Marca, indicó que las estimaciones de pago para TREBOL en el nuevo período de contrato de diez años bordearán los 1.300 millones de bolivianos.

«En general, anual es un promedio de 130 millones de bolivianos, es el promedio que tenemos nosotros por año y eso habría que multiplicarlo por diez», indicó, sin dar más detalles sobre el pago total que se haría a TREBOL por ese periodo de servicio.

Sin embargo, ese presupuesto fue observado por la concejal opositora Wilma Alanoca quien señaló que el pago será mucho mayor debido a que un porcentaje del total está indexado a las Unidades de Fomento de Vivienda (UFV).

Ella calcula que se pagará al menos 140 millones de bolivianos anuales y dijo que en 2025 en el Presupuesto Operativo Anual (POA) inicial se contempla al menos Bs 159 millones.

«Se tiene un nuevo contrato ampliatorio que sería el quinto. Lo hemos observado porque no se ha hecho una licitación internacional. Sin embargo, la alcaldesa Eva Copa ha insistido señalando que El Alto iba a pagar el mismo monto por kilómetro barrido y de limpieza. Esto es falso porque del total del presupuesto que se le paga cada mes a la empresa Trebol, el 25% está indexado a las UFVs, por lo tanto, el costo irá subiendo según proyecciones de la propia alcaldía», sostuvo.

La concejal municipal agregó que la empresa incumplió un compromiso de entrega de nuevos equipos para el recojo de basura, situación que en su criterio debía ser sancionada por la municipalidad.

Sobre esa acusación, se consultó con la vocera de la Comuna, Beatriz Zegarrundo, quien descartó que la empresa haya incumplido el compromiso de entrega de maquinaria y elementos para la recolección de desechos.

«Hemos entregado en el mes de agosto, si no me equivoco, pero han mostrado toda la maquinaria, las compactadoras, carro cisterna y todo lo que estaba en el compromiso», puntualizó la funcionaria.

Te invitamos a ver este programa, en el que se aborda la problemática de los trabajadores en aseo de Bolivia.

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