Aves en el lago. Foto: Extraída de ANA
Por: Nelson Fernández/Agencia de Noticias Ambientales
Las aves son embajadoras de la salud de la Tierra, y en los humedales altoandinos de los lagos Poopó y Uru Uru, un Sitio Ramsar de importancia global, su presencia anuncia una oportunidad única. Aunque el paisaje evoca la memoria de lagos más extensos, hoy florecen nuevos ecosistemas en los espejos de agua someros que persisten con tenacidad.
Guardianes del Bienestar Planetario
Estos remanentes acuáticos se han convertido en refugios vitales para la vida silvestre. Tres especies de flamencos: andinos, de James y chilenos encuentran aquí un hogar temporal, mientras los majestuosos suris recorren las dunas con una elegancia ancestral. Según el biólogo Omar Rocha, experto en flamencos y otras aves de BIOTA —socio local que impulsa esta iniciativa en Oruro—, estas lagunas poco profundas ofrecen condiciones ideales para estas especies. Hoy tenemos una ventana de oportunidad única para proteger y ampliar estos hábitats, asegurando que su presencia y su canto perduren para siempre.
Una Alianza por la Vida: Tejiendo Soluciones

Frente a los desafíos, nace una poderosa alianza de esperanza. La iniciativa Conserva Aves Bolivia —una coalición hemisférica de American Bird Conservancy, Audubon Society, Birds Canada, BirdLife International y la Red de Fondos Ambientales de Latinoamérica y el Caribe (RedLAC), ejecutada en Bolivia por FUNDESNAP y ARMONÍA con el apoyo de Bezos Earth Fund— está impulsando un futuro sostenible.

El horizonte es brillante y concreto: la creación de un área protegida departamental en los lagos Poopó y Uru Uru, propiciaría la conservación de más de 80 diferentes especies de aves (Biota 2025). Esta figura de conservación es una llave que podría abrir la puerta a un círculo virtuoso de beneficios:
- Acción coordinada: Establecería un marco legal y un plan de manejo para la recuperación de los cuerpos de agua y la gestión sostenible de los recursos de forma participativa.
- Garantía de biodiversidad: Se consolidará como un santuario seguro para la espectacular avifauna local y migratoria (más de 80.000 flamencos de las tres especies que habitan esta región), protegiendo el legado natural de Bolivia para las futuras generaciones.
- Semilla de prosperidad: La conservación es el cimiento para un ecoturismo vibrante. La observación de aves y la inmersión en la cultura de la nación Uru pueden transformar la región en un destino de renombre, generando empleos complementarios y valorando las tradiciones locales.
- Unidad comunitaria: La gestión de la potencial área protegida subnacional podría ser un ejercicio de construcción colectiva. Comunidades, autoridades, técnicos y la sociedad civil unirían fuerzas en un proyecto común. BIOTA, como entidad implementadora, ya siembra conciencia a través de la permanente coordinación con las comunidades locales, cultivando los guardianes del mañana.
Testimonios de Fortaleza y Fe en el Mañana

En las comunidades aledañas al lago Poopó, el espíritu de superación es palpable. Doña Marcelina Ajuacho Parihuancollo, de 81 años, comparte su sabiduría con una fe inquebrantable. Su pedido de que las aguas del río Desaguadero vuelvan a llenar de vida la región es el anhelo de toda su comunidad.
Visión de Futuro: Un destino de conservación y vida

Imaginemos el potencial: rutas turísticas donde los visitantes contemplen el ballet blanco y rosado de los flamencos contra el cielo azul, conozcan la milenaria cultura Uru y contribuyan a una economía limpia que beneficie a todos. La presencia de vicuñas, suris, quirquinchos y una diversidad asombrosa de aves no es solo un recuerdo, es el activo más valioso para un futuro próspero.
La creación de esta área protegida constituye una invitación a ser parte de una historia de éxito por la vida. Es la decisión colectiva de elegir cómo el canto de las aves se entrelace con el progreso sostenible, y donde las comunidades encuentren nuevas formas de bienestar en armonía con su entorno.
El canto de esperanza desde los lagos Poopó y Uru Uru resuena con fuerza. Conserva Aves Bolivia está orquestando la acción. Sumemos nuestra energía a este movimiento. Apoyar esta iniciativa es invertir en un futuro donde la vida, en toda su diversidad, florezca.

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