Dirigentes se culpan por el manejo político en las organizaciones y dicen que la división no llega a las bases

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El congreso del CONAMAQ que se realizó en Oruro terminó en pelea. Foto. Captura

ANF 

Ante la crisis que se agudizó en las últimas semanas en las organizaciones sociales que conforman el Pacto de Unidad, brazo político del Movimiento Al Socialismo (MAS), arcistas y evistas afirmaron que la base social no está dividida, sino que existen dirigentes que responden a intereses políticos y los acusaron de manipular a los sectores sociales. 

“La base campesina y social no está dividida, más bien existen dirigentes que responden a intereses particulares y nos quieren llevar y direccionar con el único objetivo de utilizar a la dirigencia y a las bases. Están manejando a los movimientos campesinos por sacar algún beneficio propio”, afirmó a la ANF el dirigente de la línea “arcista” de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Mario Seña. 

Estas declaraciones surgieron tras el conflicto que se registró en el ampliado ordinario de la Federación Única de Mujeres Trabajadoras Campesinas de Chuquisaca Bartolina Sisa, que se realizó en el municipio de Padilla. Incluso el expresidente Evo Morales, invitado al evento, fue abucheado por un grupo de personas que responden al bloque arcista, aunque otro grupo lo apoyó. Las afiliadas de los dos bandos se agredieron. 

En ese sentido, el dirigente campesino del ala evista, Humberto Claros, coincidió que los movimientos sociales son usados por algunos políticos, pero en este caso acusó al presidente Luis Arce de crear dirigencias paralelas para respaldar su gobierno e incluso lo señaló de entregar prebendas.   

“No es un tema de falta de unidad, sino es un tema de traición y con la traición no se puede generar unidad, lo único que se puede hacer es la expulsión de aquellos dirigentes que han traicionado a los pueblos indígenas. El gobierno está utilizando a dirigentes aymaras, quechuas y de otras regiones para apoyar su gobierno, les ha metido plata al bolsillo, ha comprado dirigentes entre cuatro paredes y armó su propio Pacto de Unidad”, manifestó. 

Desde el 2011, en el gobierno de Evo Morales se ha promovido la división y la toma de las dirigencias de al menos una veintena de organizaciones sociales, campesinas, indígenas, cívicas y otras. Los dirigentes indígenas fueron amedrentados por grupos afines al exmandatario e incluso algunos tuvieron que salir del país para resguardar su integridad, es el caso de Adolfo Chávez o Elsner Larrazabal.

Dirigencias paralelas 

Al mismo estilo, desde el segundo año de gestión de Luis Arce se crearon dirigencias paralelas en los movimientos sociales que integran el Pacto de Unidad. Por ejemplo, en la CSUTCB existe una directiva del ala arcista, a la cabeza de Ponciano Santos, mientras que el bloque arcista está liderado por Lucio Quispe. 

En agosto de 2023, Enrique Mamani fue elegido como dirigente de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarios de Bolivia del ala evista. Unos días antes, Esteban Alavi fue reelecto como autoridad indígena de esa organización, pero respalda al gobierno de Arce. 

En las últimas semanas también se registró discrepancias en el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (Conamaq) evista, el jiliri apu mallku, Ramiro Cucho, admitió que esa organización social está dividida y rechazó el congreso que se realizó el 2 de marzo donde se eligió al nuevo ejecutivo, porque no cumplió con las normas de su estatuto orgánico.

«Fue un congreso lleno de funcionarios públicos, por eso nosotros no estamos de acuerdo y rechazamos esa elección. Somos víctimas de una de las organizaciones más que totalmente está dividida por este Gobierno», manifestó el dirigente. 

Reivindicaciones

En ese contexto, Seña indicó que los movimientos sociales no pueden estar divididos porque tienen un mismo objetivo, reivindicar sus demandas sociales, la igualdad de oportunidades para los sectores campesinos. 

“La organización social como tal tiene que marcarse en sus principios que es la lucha por sus reivindicaciones, la lucha de buscar la igualdad de oportunidades para su pueblo y eso es lo que hace el instrumento político. Esa es nuestra obligación y no debemos responder a intereses personales de algunos políticos”, resaltó. 

Por otra parte, Claros afirmó que las organizaciones sociales están retornando a la “base social popular”, lo que se evidenció en el bloqueo de caminos que se llevó a cabo el 22 de enero y se prolongó por más de 12 días, medida con la que exigieron la convocatoria a elecciones judiciales y la renuncia de los magistrados prorrogados. 

“El bloqueo del 22 de enero, cuando estuvimos en Parotani, hemos observado que se estaba rearticulando y rehabilitando la organización orgánica a partir del desarraigo de los corruptos y traidores. Las masas campesinas han retornado a la base social popular orgánica, eso es lo que estamos viviendo”, añadió. 

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