Claudia Terán
Cada año, el 20 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Infancia, con el fin principal de destacar los derechos de niños y niñas y concienciar sobre la importancia de garantizar un entorno seguro y saludable para su desarrollo. Esta fecha conmemora la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, un hito crucial que reconoció los derechos fundamentales de todos los niños y niñas a nivel mundial.
El Día Mundial de la Infancia no sólo es una oportunidad para reflexionar sobre los logros alcanzados en la promoción y protección de los derechos de la infancia, sino principalmente para reconocer los desafíos que aún persisten; es una llamada de atención global para asegurar que cada niño y niña tenga acceso a una infancia plena y libre de violencia.
Situaciones sistemáticas de discriminación y vulneración a sus derechos aún persisten en el mundo y la región. La pobreza infantil, la violencia, la falta de acceso a salud y educación son algunos de los muchos obstáculos que afectan a millones de niñas y niños. La pandemia de Covid-19 ha agravado aún más estas dificultades, exacerbando las desigualdades existentes y afectando de manera desproporcionada a niñas y niños en mayor situación de vulnerabilidad en ámbitos como la educación, acceso a servicios de salud, salud mental, violencia doméstica, pobreza, explotación laboral.
El Día Mundial de la Infancia nos invita a recordar la importancia de garantizar un entorno seguro y propicio para el desarrollo de todos los niños y las niñas, independientemente de su origen, género, religión o cualquier otra característica. A pesar de los desafíos, el Día Mundial de la Infancia también es una ocasión para celebrar la resiliencia y la esperanza de niñas y niños que superan circunstancias difíciles a través de fuerza y determinación. Ello nos recuerda la importancia de crear un mundo donde cada uno de ellos y ellas pueda alcanzar su máximo potencial.
El papel de la sociedad en la protección de los derechos de la infancia es crucial, ésta desempeña un papel fundamental en la creación de un entorno que favorezca el desarrollo saludable, seguro y equitativo de la niñez. La colaboración y el compromiso de los individuos, las comunidades, las instituciones y el Estado son esenciales para crear un entorno que garantice que cada niña y niño tenga la oportunidad de crecer en condiciones seguras y saludables.
A propósito del Día Mundial de la Infancia, reflexionemos sobre cómo podemos contribuir a la protección y promoción de los derechos de niñas y niños. Todos los actores involucrados en la promoción y protección de derechos de la infancia y adolescencia deben comprometerse de manera firme al cumplimiento de acciones que garanticen sus derechos.
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Claudia Terán es abogada especialista en Derechos Humanos.
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