Texto y foto: Civicus
El mundo experimenta una crisis generalizada de compasión y empatía, que se refleja, entre otras cosas, en ataques contra el derecho a prestar y recibir asistencia humanitaria y en el avance de grupos anti-derechos. Sin embargo, durante 2018 los éxitos de diversos movimientos sociales, así como de coaliciones de activismo transnacional como la que llevó a buen puerto al Tratado de Escazú, demostraron reiteradamente el poder de la acción colectiva. Estas son algunas de las conclusiones del “Informe sobre el Estado de la Sociedad Civil 2019” que ya está disponible para descargar aquí.
Cada año, el Informe sobre el Estado de la Sociedad Civil de Civicus analiza
los procesos y tendencias que afectan a la sociedad civil, y las formas en que
ella está respondiendo a los problemas y desafíos contemporáneos. El informe es
de y para la sociedad civil. Se basa en un intenso proceso de consultas con
activistas, líderes y expertos, así como en el trabajo constante de miembros,
redes y aliados de CIVICUS. Destaca los éxitos de la acción de la sociedad
civil en el curso del último año y ofrece recomendaciones para aprovechar y
potenciar las energías de la acción colectiva.
El informe de 2019 comprende cuatro secciones que abordan áreas clave de la
acción de la sociedad civil durante 2018, a saber: la prevalencia de protestas
en torno de problemas cotidianos; el desafío de la exclusión y la
reivindicación de derechos; el estado de la democracia; y la actuación de la
sociedad civil en el plano internacional.
Cabe subrayar que el informe ahonda en el análisis de una serie de procesos
clave en varios países de la región, tales como el movimiento por la
legalización del aborto en Argentina y El Salvador, la resistencia frente los
avances del populismo autoritario en Brasil, las protestas estudiantiles contra
la violencia de género en Chile y los avances en materia de derechos de las
personas LGBTQI en Costa Rica, la incidencia de la sociedad civil en materia de
cambio climático en Colombia, el mejoramiento del espacio cívico en Ecuador y
su degradación en Nicaragua, los desafíos de la corrupción y la impunidad en
Guatemala y República Dominicana, las protestas sociales en Bolivia, Panamá y a
lo largo de la región, las migraciones a través de México y hacia los Estados
Unidos, el éxodo venezolano y el desafío de la crisis humanitaria para el
multilateralismo, y la organización de la sociedad civil para recibir a los
migrantes venezolanos en diversos países de la región, con un estudio de caso
sobre Uruguay.