Enfrentamiento en Llallagua. Foto: RRSS
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión condenaron la escalada de violencia que terminó con la vida de cuatro jóvenes efectivos policiales, quienes fueron brutalmente agredidos por grupos afines al expresidente Evo Morales.
«La CIDH y su RELE condenan la escalada de violencia durante las manifestaciones que iniciaron el 2 de junio. Según información, al menos cuatro personas han fallecido, incluyendo a tres agentes estatales que perdieron la vida por impactos de bala en Llallagua, en donde decenas de personas fueron heridas el 11 de junio», refiere el post de la CIDH.
Desde hace aproximadamente dos semanas se registran bloqueos de carreteras en distintas regiones de Bolivia. Las movilizaciones exigen la habilitación de Evo Morales como candidato presidencial para las elecciones generales previstas para agosto de 2025. En este contexto, grupos afines al expresidente cercaron el municipio de Llallagua, impidiendo el ingreso de alimentos y el acceso a servicios básicos. Ante esta situación, los pobladores decidieron organizarse para despejar las vías, lo que derivó en violentos enfrentamientos.
La Policía se trasladó al lugar con el objetivo de restablecer el orden, pero fue emboscada. En el operativo, cuatro subtenientes —uno de ellos perteneciente a la unidad de bomberos— perdieron la vida, víctimas de disparos de arma de fuego y agresiones físicas extremadamente violentas.
La CIDH y la RELE también hicieron énfasis en las amenazas que recibieron los periodistas que cubrían las protestas. En ese sentido, instaron al Estado a que observen los estándares de protestas y derechos humanos, y al desarrollo pacífico de las manifestaciones y respeto de la institucionalidad democrática.
«Las personas que ejercen liderazgos políticos tienen la responsabilidad de coadyuvar para detener la violencia, promover el diálogo y prevenir violaciones a los derechos humanos», refiere el post.
Este viernes 13 de junio, policías y militares tomaron el control de Llallagua y la mayoría de las carreteras bloqueadas ya fueron habilitadas para el libre tránsito. Mientras tanto, diferentes organizaciones nacionales e internacionales exigen que se haga justicia por la muerte de los cuatro efectivos policiales que fallecieron este 11 y 12 de junio en el cumplimiento de su labor.

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