Imagen de archivo de Cesar Apaza.
El dirigente de los cocaleros de Los Yungas, César Apaza, envió una carta al comisionado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, José Luis Caballero, que esta semana visitó Bolivia para pedirle que esa institución asista a sus audiencias y sea veedora de la injusticia que se comete en su contra.
Apaza relata que en Bolivia no ha podido encontrar “justicia digna y con honor”, por tanto, “me atrevo a pedir que la CIDH por medio de sus personeros pueda ser veedora en mis audiencias, ya que los administradores de justicia todo este tiempo han ido dilatando y han ido poniéndome falsos testigos y muchas otras irregularidades. Por tal motivo, hago reiterativo mi pedido a la CIDH, que puedan estar presentes en mis audiencias y ser veedores de la injusticia que se comete en contra de mi persona”.
Apaza relata que lleva 15 meses detenido y que no le han podido encontrar pruebas para acusarlo, pero que tampoco lo quieren liberar. De hecho, comenta que esta semana le fue concedida una acción de libertad para que un juez decida si puede defenderse en libertad, pero asegura que se ha cumplido el plazo de 72 horas y que hasta ahora el juez Carlos Montalván Zapata se niega a aceptar el caso.
“En estos 15 meses detenido, sin pruebas, siendo completamente inocente se me niega el acceso a la justicia pese a que mi salud está completamente deteriorada, las secuelas de la embolia no pueden ser paliadas con un tratamiento mínimamente digno, por lo cual solicito especial atención en mi caso”, indica Apaza en la carta que fue difundida en la cuenta X de la activista Jhanisse Vaca Daza.
El dirigente fue detenido luego de que una manifestación de cocaleros destruyera el mercado ilegal de la coca de Villa El Carmen en septiembre del año pasado. Pese a que el Gobierno reconoció que el mercado es ilegal, Apaza sigue detenido. En la cárcel sufrió una embolia de un lado de su cuerpo y quedó con secuelas que le impiden valerse por sí mismo.
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