Desarrollo de la jornada electoral en Bolivia. Foto: Sumando Voces
Las elecciones generales de 2025 se desarrollaron en Bolivia en un ambiente de calma, orden y participación masiva. El país vivió una jornada que devuelve confianza en las instituciones electorales y reafirma los valores democráticos, coincidieron líderes de opinión y políticos. Entre tanto, las misiones de observación nacionales e internacionales reportaron que no hubo mayores incidentes.
Ningún candidato denunció fraude electoral, todos reconocieron los resultados e incluso tendieron puentes entre ellos con miras a la segunda vuelta electoral, que se desarrollará en octubre de este 2025 y participarán Rodrigo Paz -del Partido Demócrata Cristiano-, y Jorge «Tuto» Quiroga -de la alianza Libre-.
Samuel Doria Medina, que sacó el tercer lugar, salió a decir que apoyaría al primero: Rodrigo Paz. Tuto Quiroga, que salió segundo, felicitó a Rodrigo Paz, el ganador de la contienda. Por su parte, Paz dio mensajes referidos a la unidad de todos los sectores.
Incluso, el candidato de Alianza Popular, Andrónico Rodríguez, que sacó el cuarto lugar, aceptó los resultados. «El pueblo ha hablado y ha decidido quiénes irán a la segunda vuelta. Aceptamos con respeto esta decisión democrática, porque siempre hemos defendido la voz soberana de nuestra gente», escribió en su cuenta de X.
La periodista Amalia Pando destacó que ningún candidato habló de fraude, a diferencia de lo que ocurrió en elecciones pasadas. “De los discursos que hemos oído, Doria Medina, Tuto Quiroga y también del capitán Lara, a mí me encanta que ninguno mencionó la palabra fraude, y ese es el signo de esta elección. Eso es extraordinario (…) Acá no hubo fraude y eso tenemos que agradecer a los partidos, pero especialmente al Tribunal Supremo Electoral”, dijo Pando, quien participó del panel de analistas de la red Unitel.
También, la analista política Laura Chile, dijo en RT: “Podemos ver que tanto en el sur como en el norte del país se ha tenido unas elecciones bastante pacíficas, tranquilas y una fiesta democrática”.
Observadores
La Organización de Estados Americanos (OEA) desplegó 87 observadores de 19 nacionalidades en todo el país y en los recintos habilitados en el extranjero. Su labor se centró en analizar aspectos clave del proceso electoral, como la organización, la tecnología, la justicia electoral y el financiamiento de campañas. Al cierre de la votación, la misión saludó la participación de la ciudadanía y reconoció el respeto democrático con el que se desarrolló la jornada.

La Unión Europea (UE), con 120 veedores desplegados en los nueve departamentos, también valoró la organización del Tribunal Supremo Electoral (TSE). El jefe de la misión, Davor Steir, aseguró que la gran mayoría de las mesas abrió puntualmente, lo que refleja el buen trabajo logístico y la planificación del TSE. En sus informes preliminares, los observadores resaltaron que no se registraron hechos que comprometieran el desarrollo normal de las elecciones.
A nivel nacional, la Defensoría del Pueblo movilizó a 700 voluntarios y 200 funcionarios para supervisar las condiciones del voto. El defensor Pedro Callisaya ponderó la “vocación democrática” de la ciudadanía y explicó que las 423 denuncias recibidas correspondieron en su mayoría a dificultades administrativas, como certificados de impedimento o problemas de información.
Callisaya también informó que se registraron algunos incidentes aislados. En Entre Ríos, Cochabamba, la detonación de un explosivo —actualmente investigada por la Policía— no interrumpió la votación. En Puerto Villarroel, un delegado de una agrupación política fue agredido y trasladado a un hospital, aunque posteriormente recibió el alta al confirmarse que sus lesiones no eran de gravedad.
Además, dos candidatos —Andrónico Rodríguez en Cochabamba y Eduardo del Castillo en Santa Cruz—, así como una excandidata en La Paz, Eva Copa, fueron objeto de agresiones y abucheos. Sin embargo, según el Defensor, estos hechos no afectaron el normal desarrollo de la jornada electoral. “Son incidencias que no le quitan brillo a la jornada”, afirmó.

Las organizaciones de la sociedad civil también tuvieron un rol protagónico. Los jóvenes voluntarios se distribuyeron en todo el país para monitorear el respeto a los derechos humanos y a las condiciones de sufragio de los grupos más vulnerables. Su presencia se interpretó como un signo de compromiso ciudadano en defensa de la transparencia y del derecho a elegir.
La Misión Jubileo, con presencia en diferentes regiones, coincidió en que el proceso se llevó a cabo en un ambiente de tranquilidad y sin irregularidades significativas. Destacó el trabajo de los jurados y la participación responsable de la ciudadanía como factores clave para garantizar que la votación se desarrollara sin contratiempos.
La Red Observa Bolivia, que desplegó 1.416 observadores en áreas urbanas y rurales, también reportó normalidad en la mayoría de los recintos. Si bien mencionó algunos hechos aislados, como la detonación de un artefacto en Cochabamba, remarcó que estos no interrumpieron la votación ni afectaron la integridad del proceso. La misión felicitó a la población por acudir a las urnas de manera ordenada y pacífica.
En total, más de 3.000 observadores nacionales e internacionales acompañaron las elecciones, lo que convierte esta jornada en la más vigilada de la historia democrática del país. Para las misiones, la amplia presencia de veedores y la ausencia de conflictos graves son señales de madurez cívica y de un proceso que busca consolidar la confianza ciudadana.

El TSE cumplió con las expectativas
El Órgano Electoral, pese a la desconfianza que mostraban las encuestas previas, cubrió las expectativas, sobre todo con la difusión de los resultados preliminares del Sirepre, lo que dio certidumbre a la ciudadanía.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, expresó que las elecciones en Bolivia transcurrieron con tranquilidad y con hechos aislados que no desvirtúan el proceso electoral.
El ambiente pacífico de estas elecciones, a diferencia de jornadas pasadas marcadas por tensiones y desconfianza, fue interpretado como una señal de que Bolivia recupera la senda del respeto institucional y de la convivencia democrática. La coincidencia de informes en torno a la normalidad refuerza la idea de que el país no solo vivió unos comicios tranquilos, sino que protagonizó un verdadero regreso a los valores democráticos.
El incidente más grave fue protagonizado por seguidores del expresidente Evo Morales, quienes apedrearon a Andrónico Rodríguez, cuando acudió a votar en el Chapare, Cochabamba. Tuvo que ser sacado con custodia militar del recinto electoral.
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