Fotografías: Ciudadanía y Sedepos Cbba Bolivia
Con globos, pancartas, banderas, murga y cánticos, multitudinarias marchas de mujeres tomaron las calles de diversas ciudades de Bolivia este 8 de marzo, en conmemoración al Día Internacional de la Mujer. Las manifestaciones se hicieron sentir desde tempranas horas de la mañana hasta finalizar la tarde, destacando la importancia de la igualdad de género, la reivindicación de los derechos, el empoderamiento femenino y la lucha contra la violencia.
“Quien ama, no mata”, “La corresponsabilidad del cuidado es compartir responsablemente este trabajo entre hombres y mujeres”, “Marcho para que mamá deje de tener miedo por sus hijas cada que salen de casa”, “Yo quiero vivir, no sobrevivir”, “Juntas somos inseparables”, “Tu vida no es mercancía”, fueron algunos de los mensajes que portaban mujeres, hombres, niñas y niños en las marchas.
La institución CIUDADANÍA, en Cochabamba, salió a las calles para apoyar estas manifestaciones con el objetivo de defender los derechos de las mujeres. En sus carteles expresaron que en Bolivia hay 7,4 millones de personas que son potencialmente cuidadoras, pero en la práctica son las mujeres quienes se dedican al trabajo de cuidado. Es por ello que exhortaron a los hombres a trabajar de forma igualitaria con las mujeres.
Asimismo, la institución Casa de la Mujer, con una masiva participación de sus integrantes, recorrió las calles con carteles y mensajes contundentes de respeto a las mujeres y a sus derechos, así como cánticos que exigían a las autoridades la protección para este sector de la población. «Levantemos nuestras voces por un presente sin guerras y sin violencias», refería su mensaje enviado a la población.
El CERDET de Tarija participó en el plantón realizado en la plaza Luis de Fuentes, en el que junto a la Red de Lucha Contra la Violencia hacia la Mujer hicieron escuchar su voz en defensa de los derechos humanos, el respeto a la vida, el pedido de cese a la violencia contra las mujeres y la protección a los niños huérfanos de los feminicidios.
«Los actos de extrema violencia y odio hacia las mujeres no solo arrebatan vidas, sino que también dejan a familias destrozadas y a los niños sin la protección del cuidado de sus madres», dijo a El País, Carolina Ortiz, integrante de la Red de Lucha contra la Violencia de Tarija.
Fue un claro testimonio de unidad y determinación, y así, la diversidad de participantes, incluidos varones, reflejó la amplitud del movimiento y su convicción en la lucha por los derechos de la mujer.
“El día de hoy reivindicamos y reafirmamos que los derechos de las mujeres no se negocian y vamos a seguir gritando todos los días en todos los espacios que de una vez queremos una sociedad justa e igualitaria”, señaló Nivia Coca, del Colectivo Mujeres de Fuego, en una nota de Opinión.
La participación de los hombres en las marchas también fue notable, subrayando la importancia de la solidaridad y la colaboración entre géneros para lograr un cambio significativo.
Durante la marcha en La Paz, la concejal Roxana Pérez señaló que buscan promover leyes en favor de las mujeres y de los niños. “Yo creo que a todo el sistema de dominación las voces de las mujeres les incomodan. Por eso estamos en las calles, donde se conquistan las luchas para decirles que no nos vamos a mover ni un centímetro y no vamos a retroceder en la conquista de nuestros derechos”, sostuvo.
En Cochabamba la marcha inició desde el estadio hasta llegar a la plaza 14 de Septiembre, y exigió agilizar los procesos de feminicidio y todo tipo de violencia contra la mujer “para que se haga justicia”. Participaron efectivos policiales, funcionarios de la Defensoría del Pueblo, concejales, asambleístas y por supuesto la sociedad civil.
En Tarija, la organización Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (ECAM) informó que, durante los últimos 10 años, se registraron 60 niños víctimas de feminicidios, quienes no reciben una atención adecuada por parte de las instituciones del Estado.
Las marchas del Día de la Mujer en Bolivia no solo sirvieron como un recordatorio de la lucha continua por los derechos de las mujeres, sino también como un llamado a la acción para la sociedad en su conjunto. La movilización masiva evidenció la determinación de la población para construir un futuro más igualitario y justo.
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