El Ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó que pudo constatar en un sobrevuelo de 45 minutos que existen 13 focos de incendios “entre pequeños y de mediana magnitud”, entre Rurrenabaque y San Buenaventura, donde recibió el reporte de que unas 12 ó 15 viviendas de indígenas han sido arrasadas por el fuego.
La autoridad, que junto al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, dirige el denominado comando de incidencias recientemente establecido para atender la emergencia ante el fuego, anunció una serie de acciones destinadas a luchar contra las llamas, pero descartó la declaratoria de desastre nacional, como piden organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas y políticos de oposición.
“De momento está aún descartado que podamos declarar desastre nacional para pedir a las instituciones internacionales ayuda”, dijo Novillo a El Deber radio.
Indicó que “todavía estamos con la posibilidad de poder atender” la emergencia, aunque no descartó que más adelante, si los recursos nacionales fueran rebasados, se podría “tomar contacto con gobiernos amigos y hacer contrataciones en el extranjero para sofocar” los incendios.
Mientras tanto, dijo que se atenderá la emergencia con recursos propios e incluso anunció la adquisición de algunos bienes de otros países o de empresas privadas para enfrentar la crisis.
Hasta el fin de semana, el Gobierno había tratado de minimizar los incendios, al punto que el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, indicó que no son de magnitud y que están controlados, retórica que ha sido desmentida por dirigentes y pobladores de base de las comunidades indígenas y de los municipios afectados.
Este miércoles, luego de su sobrevuelo, el ministro Novillo corroboró la situación e, incluso, reconoció que están en riesgo las fuentes de agua.
Por ese motivo, dijo que se desplegó un segundo helicóptero hidrante, que se llevó un hércules con 75 policías bomberos forestales para apoyar tareas en tierra, que se sumarán a los 700 efectivos militares que existen en la zona, además de la dotación de ayuda humanitaria para las poblaciones afectadas.
“Se ha hecho una priorización de los puntos más críticos, hemos visto dos zonas consideradas como críticas para proteger las fuentes de agua”, dijo.
También admitió que en las últimas semanas “la magnitud del incendio ha sido fuerte, pero después ha ido disminuyendo”.
La autoridad confirmó que el departamento más afectado es Beni, donde se han quemado 1,6 millones de hectáreas, de las cuales, el 20% corresponden a bosques.
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