Carla Cordero y Gonzalo Colque en el programa Sumando Voces en Directo.
La recesión económica se quedará en Bolivia entre cinco y siete años, advierte el economista Gonzalo Colque, quien también habla de las inminentes medidas de ajuste fiscal que tendrá que dictar el gobierno de Rodrigo Paz, a diferencia del gobierno de Luis Arce “que ha pateado el problema” para más adelante.
Paz, en cambio, no tiene esa opción, debe tomar decisiones sobre la subvención de los combustibles, el tipo de cambio, los precios de los productos, el gasto fiscal, entre otros aspectos. “Las medidas que se están previendo son medicamentos que no son de agrado (de la gente) y tienen costo social (…) es como que se ha incubado un foco de infección, de enfermedad económica en el patio trasero y que el gobierno saliente lo ha dejado así”, señala.
Ante esta situación, la analista de políticas sociales de la Fundación Jubileo, Carla Cordero, propone focalizar las transferencias sociales del Estado en favor de los sectores más vulnerables. Indica que actualmente, los bonos, entre ellos el Juancito Pinto, la Renta Dignidad y el Juana Azurduy, tienen un carácter universal, pero que, ante la situación, sería mejor que se focalicen en los sectores más vulnerables. “No se trata de gastar más, sino de gastar de manera más eficiente”, dijo.
Tanto Gonzalo Colque como Carla Cordero participaron del más reciente programa Sumando Voces en Directo, que se emitió el jueves y se refirió a “las otras crisis” que deberá afrontar el nuevo gobierno, entre ellas, la crisis social y la ambiental.
Cordero coincide con Colque en sentido de que las medidas económicas sí se tienen que emitir porque la crisis es “totalmente insostenible”, pero ella recomienda no olvidar el costo social, mientras aboga por un desarrollo con rostro humano.
En ese marco, plantea que los bonos, transferencias y otras medidas sociales que adopte el gobierno “vayan focalizados y vayan a las personas que realmente necesiten”.
Para eso, sin embargo, dice que el país debería tener un registro único, donde se crucen datos de pobreza, del censo, salud, educación, registros administrativos y se identifiquen a aquellas personas que están en situación de pobreza, aunque, preliminarmente se conoce que está más focalizada en los niños, jóvenes, mujeres y en personas que viven en el área rural.
Según los datos del INE al 2023, 36 de cada 100 bolivianos son pobres por ingresos, pero Jubileo hizo una actualización con base en la inflación de alimentos y detectó que la pobreza habría subido entre 44 y 47%.
“Es decir, que con esta crisis económica, uno de cada dos bolivianos es pobre por ingresos”, comenta Cordero, que además señala la existencia de brechas urbano rurales, por lo que en el campo la pobreza es mucho mayor.
La situación podría empeorar porque el decrecimiento de la economía, que fue pronosticado por el Banco Mundial para tres años consecutivos, podría durar entre cinco y siete años, sostiene Colque..
Medio ambiente
Otro de los temas pendientes y que aún no fue parte de la agenda del nuevo gobierno es el medio ambiente.
Colque dice que, en última instancia, “tenemos que hablar de la sostenibilidad”. Recuerda que el 70% de las tierras cultivadas están concentradas en Santa Cruz, porcentaje que se ha constituido “a expensas de los bosques, llegando a afectar los bosques amazónicos húmedos”.
Señala además que no se trata solo de defender el bosque, sino de tomar conciencia de las consecuencias que está provocando la depredación. Para esto, cita un estudio de la Fundación Tierra, que indica que las lluvias en Santa Cruz disminuyeron en 27% en los últimos 40 años y que al año 2050, Santa Cruz tendría hasta 90 días con temperaturas extremas mayores a 40 grados.
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