Simulacro de votación de las elecciones judiciales. Foto: Captura
Bolivia celebra este domingo 15 de diciembre, por tercera vez en su historia, elecciones de magistrados del Órgano Judicial y lo hace sin esperanza de resolver la crisis judicial y con opiniones divididas entre quienes promueven, de manera tímida, el voto valido y el nulo.
Existe coincidencia entre líderes de opinión, partidos políticos y diversos actores de la sociedad en que las elecciones judiciales no resolverán los problemas de fondo de la justicia, que van desde la corrupción hasta la retardación, pasando por el escaso presupuesto y la falta de acceso al sistema judicial.
En ese contexto, quienes promueven el voto válido argumentan que al menos servirán para cesar a la mayor parte de los magistrados prorrogados en sus cargos y darán el punto de partida para iniciar una reforma judicial.
En cambio, quienes promueven el voto nulo aducen que las elecciones judiciales parciales son inconstitucionales, que no servirán para nada, que no sacarán a todos los autoprorrogados de sus cargos y que no existe el conocimiento suficiente para decidir entre los 94 candidatos que van a las urnas.
“Estamos convencidos de que esta elección no es la mejor, pero eso es lo que tenemos. Eso es lo que podemos hacer y tenemos que hacerlo”, dijo este viernes el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Oscar Hassenteufel, en una opinión que refleja a buena parte de la población, que se ha expresado mediante encuestas y sondeos para decir que este sistema de elección de jueces no funciona.
De hecho, los resultados de las anteriores elecciones son un termómetro de esta situación. El 2011, cuando se celebraron las primeras elecciones de la historia, el 57% de los ciudadanos votaron por el blanco o el nulo, mientras que el 2017, el 65% marcaron blanco o nulo.
“Este voto blanco y nulo no fue producto de la casualidad, fue voluntariamente decidido por la ciudadanía en forma de protesta y descontento del sistema de designación. En general, parece que la población no está de acuerdo con esta forma de elección y designación de altos magistrados”, señaló el presidente del TSE.
Entre los líderes de opinión y especialistas tampoco hay acuerdo ni convencimiento sobre la utilidad de las elecciones. Por ejemplo, el expresidente y jurista reconocido, Eduardo Rodríguez Velzé, promueve mediante su cuenta de X el voto nulo. Su más reciente mensaje indica que “el TSE se resignó a mutilar las elecciones judiciales, hoy tampoco las regula en favor de quienes infringen la CPE. Otra razón para expresar voto nulo, de discrepancia con el proceso y exigir una reforma”.
Poco antes había escrito que “el voto obligatorio para la elección judicial parcial y amañada NO solucionará crisis institucional. Expresión ciudadana de disconformidad con voto NULO o BLANCO debería motivar reforma estructural, en consenso político y ciudadano”.
El programa Sumando Voces en Directo dedicó sus dos últimas emisiones a consultar con especialistas de alto nivel sobre el tema y, ahí también, las opiniones son dividas.
Por ejemplo, este jueves, en el más reciente programa, la directora de la fundación Construir, Susana Saavedra, indicó que la mejor opción es el voto válido, mientras que el director de la Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia, Rubén Darío Cuellar, argumentó a favor del voto nulo.
“La renovación de las cortes es esencial para desmantelar esta estructura que ha llevado al país a este caos jurídico (…) es esencial participar este domingo para contar con nuevas autoridades que tengan mayores y mejores capacidades”, señaló Susana Saavedra, quien considera que más adelante la Asamblea tendrá que repensar el sistema de selección de autoridades judiciales.
Agregó que, “si bien la opción de votar blanco o nulo es un derecho, tenemos que repensar (…), no tenemos que olvidar que desde la Constitución establece que las personas con mayor votación son las que resultan electas, no hay un porcentaje mínimo para validar la elección de una persona”. Eso quiere decir que independientemente del porcentaje de voto blanco o nulo, habrá magistrados elegidos este domingo.
En cambio, Cuellar cree que en esta ocasión, más del 60% de la gente votará blanco o nulo como forma de rechazo al sistema. “En Bolivia el Poder Judicial está cooptado desde la primera elección, es decir, desde el 2011. En Bolivia vivimos una dictadura desde entonces, una dictadura disfrazada de democracia. Me temo que en esta elección los bolivianos van a ver la oportunidad de mostrar su total rechazo al sistema impuesto el 2009, van a votar con mayor énfasis blanco o nulo que va a ser superior al 60%”, indicó.
Agregó que las elecciones parciales, tal como decidió el Tribunal Constitucional que fueran estos comicios, son inconstitucionales. “Esta es una chaccota para hacernos creer que la democracia avanza”, señaló.
Pero, más allá de lo que digan los especialistas, en Bolivia el voto es obligatorio y su incumplimiento se sanciona con multas pecuniarias, por lo que se espera una amplia participación, pero con resultados inciertos.
En nueve departamentos se elegirá autoridades para el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Judicatura, en siete departamentos se elegirá magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y solamente en cuatro departamentos de votará por integrantes del Tribunal Constitucional.
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