Panel del Foro Sudamericano sobre Bonos de Carbono. Fotografìas: Sumando Voces
Un grupo de expertos plantea que, en lugar de implementar sistemas de bonos de carbono, los recursos sean canalizados directamente a las comunidades afectadas por el cambio climático. Consideran que esta medida será más eficaz para enfrentar la crisis climática y promover el desarrollo sostenible en áreas vulnerables, especialmente, en regiones donde las comunidades locales han demostrado su capacidad para gestionar y conservar sus ecosistemas
«Ya son más de 15 años con estas promesas, por eso me hago una pregunta, (los bonos de carbono) ¿son realmente una panacea y la solución para nuestros ecosistemas y comunidades? ¿realmente reducen los incendios y los desmontes?», refirió el expositor Stanislaw Czaplicki, durante el Foro Sudamericano «Disputas por el territorio, los bosques y la sostenibilidad de la vida», que se llevó a cabo el 15 de octubre. Asimismo, indicó que hay un gran riesgo de que se desinvierta en el corto plazo en soluciones reales y en políticas integrales reales.
Los especialistas señalaron que los bonos de carbono, aunque son populares en las políticas globales, no siempre garantizan un beneficio directo para las poblaciones indígenas y rurales que desempeñan un papel crucial en la protección de los recursos naturales.
El sistema de bonos de carbono permite a las empresas compensar sus emisiones pagando por proyectos que reduzcan gases de efecto invernadero en otras partes del mundo o en su propia región, lo que ha sido criticado por no abordar las raíces del problema y crear una especie de mercado que fomenta la contaminación.
Frente a ello, los expertos subrayan la necesidad de implementar un enfoque más directo que priorice el bienestar y el desarrollo de las comunidades que protegen bosques, áreas naturales y biodiversidad.
«Ordenemos la casa y pongamos el dinero donde corresponde para así evitar una tragedia el próximo año», dijo el director de la Fundación Solón, Pablo Solón, quien destacó que se destinan alrededor de 2 mil millones de bolivianos a medio ambiente y agua, mientras que el sector minero recibe 10 mil millones de bolivianos, y el sector hidrocarburífero hasta 50 mil millones de bolivianos.
Entre las alternativas planteadas, se encuentra la transferencia directa de fondos para proyectos comunitarios de reforestación, manejo sostenible de recursos y producción agrícola regenerativa, medidas que, según los expertos, podrían generar mayores beneficios a largo plazo tanto para el medio ambiente como para las personas.
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