Violencia en Apolo: presuntos ganaderos avasallan y queman casas y áreas de cultivo de siete familias

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Quema de la casa ubicada en la chacra. Foto: cortesía

ANF 

Una familia afectada denunció que presuntos ganaderos de Apolo de la comunidad Copacabana avasallaron las áreas de cultivos de siete familias, quemaron casas y destruyeron sembradíos para habilitarlos como lugares de pastoreo. De acuerdo a los denunciantes, los comunarios ahora ganaderos recibieron 42 cabezas de la gobernación de La Paz para fomentar la producción de carne, pero al no tener áreas suficientes, decidieron arbitrariamente invadir predios de familias que, si bien no viven en el lugar, trabajan sus áreas de cultivos. En los últimos años, Apolo vive bajo la violencia, incluso con el uso de armas de fuego, de la minería ilegal y de los avasalladores.  

Quintín García Larico y Eva Abelino Cari son miembros de la familia más afectada por los avasalladores dirigidos por el presidente de los ganaderos y representante de la comunidad Copacabana, José Luis Baluarte, quien junto a Ramirocito, Felipecito (padre de Ramirocito), Raúl Baluarte, Juan Baluarte y Percy Fernández, comunarios y hoy además ganaderos, ingresan a los predios, queman los cultivos y montes. 

Los avasalladores, que hablan a nombre de la comunidad, usan como pretexto para ingresar a los predios que las personas no viven en el lugar y que abandonaron sus cultivos, sin que en ningún momento notifiquen a las familias con alguna resolución de expulsión o desvinculación de la comunidad.

“Soy de la comunidad Copacabana de la central Miraflores en Apolo, ahí he nacido y ahí viven mis papás que son de la tercera edad, yo tengo mi esposo, nosotros hemos sufrido un avasallamiento de los comunarios a la cabeza del Secretario General y del representante de ganadería de fomento, me han avasallado, me lo han quemado mis cosas, mi vivienda y me lo han sacado mi coca”, denunció Eva Abelino a ANF.

Los avasalladores, que son sus vecinos, llegaron incluso a decir a las autoridades que van al lugar a exigir el respeto y reposición de sus predios que Abelino no es de la comunidad, que no la conocen y por la fuerza pretenden imponer sus decisiones arbitrarias.

En septiembre de 2021, el hijo menor de siete años de Eva Abelino desapareció estando en Copacabana y hasta la fecha no es encontrado. Por ese motivo, ella junto a su familia salieron de sus predios ese año hacia Apolo, y los avasalladores utilizaron esa información para decir que abandonó su chacra. Otro aspecto, según dijo Abelino, es que a los avasalladores les molesta que ella insista en las investigaciones sobre la desaparición de su hijo.

«Tengo tres hijos, mi hijo de siete años el 1 de septiembre de 2021 ha desaparecido y en esa investigación estoy, por ese motivo yo he salido al pueblo, pero ellos no dicen que estoy con esa investigación, ellos me desconocen, dicen que ya no soy comunaria, que nunca me han conocido, y todas mis plantaciones lo han sacado, lo han quemado”, contó.

Cenizas de la casa de Quintín y Eva. Foto: cortesía

ANF buscó la contraparte vía llamada telefónica con el representante de los ganaderos de Apolo, Reynaldo Laura, pero no respondió.

“Mi papá sufre atropellos, lo insultan, sufre agresiones verbales, de mi hermano también le han cortado el alambre del cerco y le han robado sus plantaciones de mandarina, toda mi familia está sufriendo”, agregó Abelino. Sus padres, hermanos y demás familiares son víctimas del atropello.

El avasallamiento ocurrió la noche del 5 de enero de este año cuando Abelino junto a su familia estaba en la población de Apolo. Tras ocurrido el hecho, ella acudió a la Policía, a la Federación de Campesinos, a la organización de ganaderos, a la unidad Agroambiental, pero nadie le da respuesta.

“La Policía de Apolo dice que tiene miedo, que no pueden ir; de ahí fui a la Federación de Campesinos con una nota y tampoco me hacen caso, también pasé con una nota a Agroambiental de Apolo y tampoco responde”, lamentó.

En septiembre de 2023, la Comunidad Santa Rosa del río Tuichi, al Norte de Apolo, fue atacada con armas de fuego por personas contratadas supuestamente por empresarios mineros ilegales que tenían interés de explotar oro en el lugar. El ataque dejó varios heridos de bala.

Un año antes, en 2022, se registró un enfrentamiento en la comunidad de Chuspara por conflicto de tierras.

Quintín García Larico, familiar de Abelino, dijo que se trata de al menos 10 hectáreas avasalladas, terreno que es de propiedad de su suegro, donde él tenía su casa y parcelas de cultivo con cítricos, café, caña y coca. 

“Yo radicaba 10 años en el lugar, hasta que el primero de septiembre de 2021 mi hijo de siete años se ha perdido y hasta ahora son más de dos años que no se sabe de él, con esa situación nosotros teníamos miedo de estar en la comunidad, estábamos totalmente tristes, fuimos a la población de Apolo, que es a una hora del lugar, pero en ningún momento nosotros hemos abandonado”, refirió.

Los avasalladores ingresaron a su chacra después de Año Nuevo, cuando ellos días antes lo habían dejado limpio y cosechado algunos productos. “Cuando hemos regresado, estaba erradicada toda la coca, mi casa de 7×2 (metros) donde estaba mi ropa, herramientas, carpa, víveres, listones, tablas, servicios, todo lo han quemado, totalmente pampa quedó mi choza”, contó a ANF.

Reiteró que la Policía por ningún motivo quiere investigar el hecho debido a que desde el avasallamiento minero que hubo en la población de Chiara Araña, en septiembre de 2023, pobladores con armas de fuego “desvistieron a los policías, les pegaron y hasta los gasificaron”.

Al final, dijo, la Federación de Campesinos también tiene miedo, “nos esquivan y dicen que no tienen tiempo” para encargarse de la denuncia. 

“Ellos (los avasalladores) dicen la comunidad ha decidido, pero la comunidad no dice, sino ellos utilizan a la comunidad”, apuntó.

Cultivos de coca destruidos. Foto: Cortesía

García refirió que incluso lograron contactar a Reynaldo Laura y le entregaron una nota sobre el avasallamiento cometido por sus afiliados, que están metiendo el ganado en las plantaciones.

“He hecho llegar a la chacra a Reynaldo Laura, han llegado entre seis personas: Felipecito, Ramirocito, Raúl Baluarte, Juan Baluarte, José Luis Baluarte y Percy Fernández, y directamente a mi señora querían sopapearle, a mí me querían pegar, para mi evidencia quería filmar, pero no me han dejado, ellos nomás querían hacerse escuchar, decían ‘nosotros tenemos derecho, nosotros hemos decidido junto a la comunidad’ y a Reynaldo le han dicho ‘a qué has venido, antes tenías que avisar’”.

García, si bien reconoce que hace dos años salió con su familia de su chacra en Copacabana, nunca abandonó sus cultivos. Aclaró que el vivió 10 años en el lugar y que incluso formó parte de la dirigencia, por lo que es inadmisible que hoy le digan que no lo conocen.

“Ellos automáticamente me han despojado, de forma arbitraria, nunca me han notificado nada, nosotros seguimos yendo a la chacra, pero ya no nos dejan entrar, un viernes hemos ido con un dirigente de Agroambiental de Apolo a dejar la citación y han dicho ‘él ya no tiene nada que ver aquí, porqué ha venido’, me querían pegar”, apuntó.

García solo pide que los dejen trabajar tranquilo, que las autoridades les den garantías para regresar a sus tierras con su familia, que desalojen a los avasalladores ganaderos y les permitan trabajar. “Solamente eso pedimos”, remarcó.

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