Limpieza de la laguna Los Sauces en Rurrenabaque. Foto: Juan Carlos Guerrero Ábrego
Con sus propios recursos y esfuerzo, un grupo de vecinos, ingenieros ambientales y voluntarios comenzó la limpieza de la Laguna Los Sauces, un cuerpo de agua que lleva más de siete años afectado por contaminación, vegetación podrida, heces fecales y residuos que amenazan la salud pública. Sin embargo, aseguran que su trabajo no es suficiente para frenar el deterioro de este ecosistema vital para la comunidad.
«Tenemos vegetación acuática que se ha podrido durante los últimos siete años y lo que es peor, las heces fecales de muchos de los vecinos están llegando a la laguna. Se ha vuelto extremadamente sucia nuestra laguna», informa uno de los vecinos en un video publicado por Ecuanasha Televisión.

Desde julio, los ciudadanos se organizaron para retirar la vegetación acuática en descomposición y combatir la acumulación de desechos domésticos que llegan directamente a la laguna. “La capacidad de oxígeno de la laguna disminuye y esta es una cadena (afectada): tenemos peces, que si no tienen oxígeno, se van a morir; tenemos lagartos, que si no comen se van a morir, entonces es una cadena y todo este ecosistema va a desaparecer y va a quedar un lodo», dice otra vecina.
Entre los que lideran la iniciativa está Polo Tudela, ingeniero ambiental y vecino de Rurrenabaque, quien recordó la tradición de su familia de medio siglo cuidando la región. “No buscamos solo turistas, queremos amigos que se enamoren de este pueblo y nos ayuden a preservar nuestra tierra”, señaló.

A pesar de los avances iniciales, la limpieza manual y con maquinaria improvisada no alcanza para restaurar la laguna, que aún mantiene garzas, gallaretas, ranas y pequeños peces. Los vecinos alertan que sin apoyo institucional, el espejo de agua podría perder toda su biodiversidad y convertirse en un foco de contaminación permanente.
El grupo hace un llamado a empresas locales, cooperación internacional y filántropos a sumarse al proyecto, que combina conservación ambiental, turismo sostenible y desarrollo comunitario. Consideran que con ayuda externa pueden devolverle oxígeno a la laguna y garantizar que Rurrenabaque siga siendo un paraíso amazónico.

La recuperación de la Laguna Los Sauces, además de proteger la flora y fauna, representa un acto de responsabilidad ciudadana frente al abandono institucional que ha dejado al ecosistema sin protección durante más de siete años.












También le puede interesar:





