Carlos Derpic
Suelto de cuerpo y suelto de lengua el ex ministro de ¿justicia?, Iván Lima, lanzó a pocas horas de dejar su cargo varias afirmaciones, de las que interesa destacar la referida al proceso ordinario que se ha iniciado en contra de la expresidenta constitucional transitoria, Jeanine Añez. Dijo el ex: “aquí hay un responsable de ese juicio ordinario y ese es Evo Morales”, para añadir luego que lo más probable es que el juicio termine en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). La impostura de este ex ha quedado manifiesta en varias oportunidades, y esta no es la excepción, pues el 27 de marzo de 2022, suelto de cuerpo y de lengua, detentando tremendo poder, dijo: “el día de mañana es un día histórico, retomamos algo que había quedado suspendido para al inicio de un juicio de responsabilidades y ustedes van a ver a lo largo de este proceso un Gobierno, a la cabeza del Ministerio de Gobierno y la Procuraduría, de la Fiscalía General». Es decir, para Lima era histórico iniciar proceso ordinario a la expresidenta Añez, pero ahora afirma que el caso puede terminar en la Corte IDH y que el responsable de ello es Morales.
El domingo 6 de octubre de 2024, el expresidente fugado Morales no eludió el bulto que le lanzó Lima y, en radio Kausachun Coca, también suelto de cuerpo y de lengua, como siempre, dijo que la decisión de que la exmandataria sea procesada por la vía ordinaria fue producto de un debate político que realizaron entre las autoridades gubernamentales y organizaciones sociales del Pacto de Unidad, en la que “(…) dijimos todos: es proceso ordinario. David suspendió porque no tenía argumento para defender sobre el juicio de responsabilidades. Al poco tiempo, en otra reunión y estaban convencidos presidente y vicepresidente. Solo Iván se quedó con juicio de responsabilidades. Iván me amenazó: Evo puedes tener problemas en el futuro sobre proceso ordinario. (…) Todos coincidimos: es proceso ordinario. (…) “no va a haber juicio de responsabilidades, no va a haber dos tercios. Segundo, es decir que la Añez es presidenta constitucional y no habido golpe de estado, eso está sosteniendo Iván Lima, ¿qué clase de abogado es? (…) Su bufete de abogados procesando al Estado”.
Dos ex compinches, ambos sueltos de cuerpo y lengua, sacan sus trapos sucios al sol a propósito de un acto absolutamente injusto e ilegal, como la detención, encarcelamiento y procesamiento en la vía ordinaria de la expresidenta constitucional transitoria. Uno de ellos, culpando al otro de lo ocurrido, como si no hubiera podido, en su momento, renunciar a su cargo, denunciando la injusticia y el atropello de que estaba siendo víctima Jeanine Añez. El otro, victimizándose como siempre, denunciando amenazas, pero dejando en claro que no fue él solo el que decidió el procesamiento ilegal de esta nueva víctima del abuso masista, sino que la decisión “fue de todos”.
Estas revelaciones ponen en evidencia, en boca de los mismos autores, cuestiones muy importantes, como el manejo oscuro y torcido de la justicia, al cual se prestan gustosos sus administradores.
Deja en evidencia que lo político está por encima de lo jurídico, como siempre lo ha proclamado Morales. Ante ello cabe preguntar, ¿Para qué diablos se aprueba una Constitución y se promulgan leyes que luego, por decisión política, han de ser enviadas al carajo? ¿Puede llamarse a esto “estado de derecho”, “democracia”? ¿Tienen moral, quienes así actúan, para exigir a los demás sometimiento al ordenamiento jurídico, respeto a los poderes establecidos y adhesión a un mal llamado proceso de cambio, que lo único que muestra es un proceso de cinismo y desvergüenza sin límtes?
Deja en evidencia que el año 2019 no hubo ningún golpe de estado, sino una rebelión pacífica de la ciudadanía que echó a puntapiés a quienes querían prorrogarse ad infinitum en el poder. Ergo, los procesamientos de tantos inocentes a nombre de los casos “Golpe” no tienen base jurídica y son producto del abuso y de la “decisión política”.
Dos de los autores de los atropellos más inauditos que se han cometido en la historia de Bolivia han confesado sin presión alguna, las barbaridades que han hecho. Y dejan en evidencia el peligro que significan si vuelven a tener el poder que en su momento tuvieron.
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Carlos Derpic es abogado
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