Sí, la crisis climática ha llegado para quedarse…

Opinión

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Sumando Voces

Corina Cuevas Magnus

Durante los últimos años, las manifestaciones de la crisis climática tales como las sequías prolongadas y actualmente los desbordes de ríos e inundaciones, se han intensificado en nuestro país.

Estos acontecimientos se están haciendo cada vez más frecuentes en el escenario boliviano, siendo agravados por los incendios forestales y las altas tasas de deforestación impulsadas por el agronegocio. Los incendios forestales en la Amazonía, Chiquitanía, Chaco y Pantanal vienen intensificándose desde el 2019, con uno de sus peores años vividos en 2024. Así es como Bolivia pasó a ocupar el segundo lugar en deforestación en el ranking mundial por pérdida de bosque primario el año pasado.

Los incendios forestales no sólo traen las conocidas consecuencias ambientales en cuanto a la pérdida de bosques, impermeabilización y erosión de los suelos (lo que favorece las inundaciones), pérdida de biodiversidad y de servicios ecosistémicos; sino que agravan una crisis social y económica con el desplazamiento de familias y comunidades enteras por su evacuación, con la pérdida de espacios productivos que ponen en riesgo la seguridad alimentaria e hídrica, junto a la contaminación del aire y de fuentes de agua, que traen consigo múltiples problemas de salud.

Todos estos indicadores de alarmas, junto con los cambios bruscos de temperaturas no parecen llamar la atención oportuna del gobierno central, que, ante la incertidumbre y agudización de la crisis climática y social, ha decidido degradar al Ministerio de Medio Ambiente y Agua y fusionarlo con otras tres ex carteras ministeriales, poniendo a la cabeza a un representante del sector agropecuario.

Sí, la crisis climática ha llegado para quedarse. La seguridad hídrica y alimentaria de las familias bolivianas está sostenida por nuestros bosques, por la fertilidad de nuestras tierras, por nuestros ríos, lagos y aguas subterráneas, por los animales, por las plantas y por los seres humanos que habitamos y hacemos parte de los ecosistemas. No se trata de un capricho de “cuidar el medioambiente porque sí”, se trata de un tema de supervivencia humana y de los otros seres que nos acompañan.

¿Qué podemos esperar de ministerios fracturados? ¿Se trata de siempre implorar por las “ayudas humanitarias” que son sólo un paliativo durante las catástrofes? Debe ser no sólo una prioridad sino una necesidad del Estado velar por la naturaleza como sujeto de derechos; “medioambiente” debería ser un eje central en el país, en los ministerios, en las secretarías departamentales y municipales. No son suficientes las acciones de reacción ante incendios forestales, inundaciones o cualquier otra catástrofe ambiental, sino que se necesitan estrategias previamente planificadas y discutidas a nivel municipal, departamental y nacional, que mantengan la calidad de vida que se refleja en el aire que respiramos, el agua que tomamos, los alimentos que consumimos y en la biodiversidad con la que compartimos nuestros espacios.

Como departamento, Tarija puede convertirse en una ciudad verde modelo, orientando aún más sus esfuerzos hacia una política ambiental departamental, que converja todas las acciones ambientales que ya vienen realizándose en el departamento, que sea co-construida y dialogada con los diferentes sectores de la población, con un enfoque de género, generacional y de derechos, con personal preparado y formado para ello; con centros de monitoreo ambiental estatales pero también con la participación y aprendizaje de monitores ambientales desde la población civil, especialmente en aquellos lugares críticos donde suelen ser recurrentes las emergencias ambientales. No es un lujo el contar con una política ambiental departamental, es una necesidad colectiva que deberían planificar todas las agrupaciones que vayan a postularse en las elecciones Subnacionales. 

Si sumamos más esfuerzos hacia una Tarija que planifique y no sólo reaccione a las crisis, estaremos construyendo mejores oportunidades y realidades para todos.

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Corina Cuevas Magnus es integrante de la Alianza de Defensores y Defensoras de DDHH Tarija

Las opiniones de nuestros columnistas son exclusiva responsabilidad de los firmantes y no representan la línea editorial del medio ni de la red.

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