La encuesta 2023 de UNITAS reveló que la mayoría de los consultados no cree en las narrativas oficiales sobre la crisis del 2019, que la situación política está entre mala y regular, que la corrupción es el principal problema político del país y que el poder está concentrado en el Gobierno y en las corporaciones que lo sostienen, entre ellos los cocaleros.
Los datos fueron analizados este jueves por la socióloga Sonia Montaño y el economista Javier Gómez, en un foro virtual que fue transmitido por Sumando Voces. Como respuesta a esta descomposición política, los panelistas propusieron la reinvención del poder y la reconstrucción del tejido social para que la ciudadanía recupere la iniciativa perdida.
“Lo más importante es cómo recomponer el tejido social desde nosotros mismos como sociedad porque creo que la desgracia de la pérdida de la democracia tiene mucho que ver con la pérdida del tejido social”, dice Sonia Montaño, feminista y columnista de diversos medios de comunicación. Aclara que, si bien existe un problema de las instituciones, también es un asunto “de la ciudadanía, del ejercicio de derechos, de la convicción con la que salimos todos los días a la calle”.
Javier Gómez, quien fue director del CEDLA y ahora se desempeña como investigador de la misma institución, destaca dos elementos claves: la información y la política de cuidados.
“La información es poder”, dice para expresar la necesidad de generar información independiente destinada a evitar que se consolide “la realidad virtual” desde el poder.
Y el segundo elemento apunta a que las tareas de cuidado, que ahora recaen fundamentalmente sobre las mujeres, sean una responsabilidad de la sociedad en su conjunto.
La idea es que se reconstruyan las relaciones para que éstas no se basen en el poder de los hombres sobre las mujeres. “Eso va a transformar los mercados laborales, va a transformar la vida de las mujeres, de la sociedad y de la política”, expresa.
Eso implica “reinventar el poder” y, aunque parezca contradictorio, “hay que luchar contra el poder”, según Javier Gómez.
Sonia Montaño considera que esa utopía, que puede ser planteada para mediano plazo, debe construirse desde ahora.
Problemas políticos
Estas ideas surgen como una alternativa a una situación política entre mala y regular, cuyos principales problemas son la corrupción, la pelea entre políticos y la defensa de los intereses particulares de parte de los políticos, según los datos de la encuesta, que fue aplicada en junio en las 10 principales ciudades del país.
Montaño cree que la idea del poder para construir y transformar la sociedad ha cedido para dar paso a la idea “del poder para dominar, para robar, para disputar privilegios”.
Para Javier Gómez, el mayor problema de la política es la ausencia de participación real porque la gente cree que no va a poder cambiar la actual situación política.
Otro dato revelador de la encuesta es que en Bolivia el poder pertenece al Gobierno y a los sectores afines al MAS, entre ellos a los cocaleros y a la COB.
A la socióloga Montaño le preocupa que los cocaleros aparezcan como un poder autónomo del Gobierno porque están vinculados a la violencia y a poderes fácticos que operan desde fuera del país.
Javier Gómez, en cambio, ve que la democracia se ha reducido a un estado corporativo. “Los cocaleros son un sector con un altísimo poder en el Gobierno y el Estado, después están los cooperativistas, el sector de los gremiales, el comercio, los transportistas”, enumera y dice que el poder económico de estos grupos se ve reflejado en el poder político.
“Estos sectores se caracterizan por su estructura informal, no pagan impuestos, no viven en la formalización y en los últimos años han exacerbado su presencia y su forma de organización”, indica.
En resumen, explica que “estamos viviendo en un estado formal que nos golpea a pocos y un estado grande e informal que exacerba el mayor poder político en ellos”.
Las narrativas
Otro aspecto relevante de la encuesta es cómo percibe la gente la crisis de 2019: el 70% cree que hubo fraude electoral, el 51% considera que hubo golpe y el 72% señala que los hechos de violencia no fueron aclarados todavía.
Montaño enfatiza que «nos enfrentamos al gran problema de las noticias falsas y las narrativas que son orquestadas para dar una versión de los hechos», pero que, pese a eso, «la gente no le cree al Gobierno». Sin embargo, también es cierto que «la contranarrativa y la historia de la verdad está todavía oscura», indica.
Javier Gómez repara que, en general, los grupos políticos tienden a construir realidades ficticias, donde no cabe la inflación o existe un crecimiento desmesurado del Producto Interno Bruto.
Y respecto a la percepción de que hubo fraude en Bolivia, Gómez indica que eso plantea la necesidad de exigir, para 2025, unas elecciones mucho más transparentes y seguras.
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