Tras la conmemoración del 28 de junio, decidí revisar los programas políticos rumbo a las elecciones generales del 17 de agosto de 2025. Los documentos, disponibles en la página del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), son herramientas públicas que deberían orientar el voto informado.
Haciendo tributo a Ciencias de la Educación —carrera entrañable que estudié y valoro profundamente —, me surgió una pregunta: ¿qué proponen los partidos sobre la educación?
Sabemos que los programas no son el principal «anzuelo» para captar votos. Pesa más el carisma de lxs candidatxs, la maquinaria partidaria, los apoyos corporativos o la propaganda masiva. Pero el programa refleja la intención política y compromiso escrito para la rendición de cuentas.
No haré aquí una síntesis general de cada propuesta. Me concentraré en cuatro categorías clave-desde mi punto de vista-: calidad educativa, presupuesto, formación docente e investigación. De cada una pregunté: ¿hay propuestas?, ¿hay recursos?, ¿hay visión?
1. Calidad educativa
La mayoría de los programas mencionan la calidad educativa, pero pocas veces con propuestas concretas o viables. Algunos partidos aluden a pruebas internacionales como PISA o LLECE (MAS, Alianza Nacional, Libre, Alianza Popular), sin explicar cómo se adaptarán esas métricas a la realidad boliviana.
El PDC propone una certificación ISO 21001, aunque sin detallar presupuestos ni mecanismos. Sumate, NGP y ADN hacen mención genérica a “estándares” o “modernización”, sin compromisos técnicos claros. Solo Alianza Nacional menciona la reformulación del Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE) de la reforma educativa de 1994.
2. Presupuesto
El gran ausente en casi todos los programas es el presupuesto educativo. Salvo NGP, que menciona financiamiento para transporte escolar vía IDH y un préstamo del BID, los demás evaden hablar de recursos: ni cifras, ni porcentajes, ni fuentes de financiamiento.
El MAS, que desde el gobierno ha sostenido una inversión en educación, no proyecta en su programa actual un incremento o redistribución. Libertad y Progreso, Sumate, ADN, Libre, Alianza Popular son igual de vagos: se menciona el tema pero sin compromisos de recursos.
3. Formación docente
Los discursos sobre formación docente están llenos de buenos deseos pero carecen de estructura o financiamiento. El PDC y NGP refieren a capacitación y certificaciones, incluso con modalidades virtuales. Unidad Nacional alude a intercambios y fortalecimiento de competencias.
MORENA, ADN, Libre y Sumate no mencionan al profesorado de manera específica. Alianza Popular y La Fuerza del Pueblo mencionan “mejorar” o “capacitar”, pero sin detallar qué, cómo ni con qué recursos. Hay una realidad necesaria de diálogo con el sector del magisterio o cualquier reforma no funcionará.
4. Investigación
La mayoría de los partidos no incluyen estrategias claras de fomento a la investigación educativa. Algunos evocan ideas vagas como “mejorar”, “innovar” o “modernizar” (Sumate, MAS).
Destaca ligeramente el programa de Alianza Popular, que plantea concursos de investigación aplicada; y el de Alianza Nacional, que sugiere vinculación entre universidades, sectores productivos y comunidades.
A pesar de la insistencia retórica en articular educación con sociedad, no hay claridad sobre el rol de la investigación, ni compromiso presupuestario.
Un patrón preocupante se repite: la mayoría de los partidos políticos no desarrollan propuestas educativas con la profundidad que exige el contexto nacional. Hay referencias dispersas, muchas veces superficiales, y escasa conexión entre diagnóstico, propuesta y ejecución.
La educación aparece como una consigna, no como una política de Estado. Se prometen pruebas internacionales sin explicar para qué. Se menciona la formación docente sin fortalecer las Escuelas de Maestras y Maestros o carreras como Ciencias de la Educación. Se habla de calidad sin tocar el tema estructural del financiamiento.
A manera de conclusión
Bolivia es un país joven, diverso, plural y multilingüe, con deudas históricas en su sistema educativo. Necesitamos programas políticos con propuestas educativas reales, con presupuesto, con enfoque descolonizador y de derechos humanos.
¿Queremos educación con calidad? Exijamos cifras, metodologías, rutas de implementación. ¿Queremos docentes formadxs? Que hablen de becas, salarios dignos, investigación. ¿Queremos una sociedad que piense? Apostemos por la educación más allá del discurso electoral.
¡Educar también es un acto político!
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J. Alex Bernabé Colque es Defensor de Derechos Humanos
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