Postincendios forestales: Inundaciones, lluvias, sequías, cambios bruscos

Opinión

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Hernán Cabrera M.

Si usted considera que nos hemos librado de los incendios forestales y sus consecuencias, pues está equivocado. Empezamos a sentir los efectos de los mismos, veamos ¿por qué?.

Los incendios forestales del 2024 y del 2025, con seguridad, nos pasarán facturas o ya lo están haciendo. No solo han sido millones de hectáreas de bosques destruídas por el fuego del ser humano y su ambición desmedida, y las cenizas quedaron ahí. No solo han sido cientos de animales quemados totalmente y muchos otros heridos por las lenguas de fuego que envolvieron algunas zonas del departamento de Santa Cruz.

La Madre Tierra es un ecosistema que está interconectado, interrelacionado, comunicado y lo que le ocurre a un árbol o a un animal afecta al conjunto de ese mecanismo que nos permite desarrollarnos y sobrevivir. La tierra no necesita del humano para seguir su curso miles de años más, pero el humano necesita de la madre tierra, de sus recursos naturales, sus seres vivos para ser y estar en el mundo. Achira, una comunidad arrasada por las aguas, es un ejemplo claro.

Algo malo  le está pasando al entorno natural. La tierra en nuestras latitudes está enferma y sus síntomas se van manifestando, esperando que sea asistida a tiempo. Inundaciones, sequías, lluvias, cambios bruscos de temperatura, ¿serán efectos de los voraces incendios forestales?

Desde el sentido común, tenemos esa percepción, pero para estos temas hay que darle la palabra a los expertos, que nos darán más luces para entender el actual momento, pero con una mirada al pasado inmediato del que hemos sido partícipes, ya sea como observadores o como operadores. Los profesionales entrevistados saben lo que ha ocurrido y lo que ocurrirá con lo que nos rodea y nos da cierta estabilidad: la naturaleza, los bosques, los ríos, las lagunas, los animales, las flores, los insectos, las praderas, las serranías, las verduras, que sin ellos, prácticamente no tendríamos mayores posibilidades de vivir una vida más o menos decente.

¿En qué medida la deforestación y  los incendios forestales que hemos tenido nos afectarán a mediano plazo? ¿Estas lluvias o sures en primavera son parte de esos efectos?, fue la primera consulta.

Sandra Quiroga, ingeniera ambiental, docente universitaria, una militante por los derechos de la Madre Tierra, nos da un panorama preocupante: “Los incendios forestales generan alteración superficial del suelo: Las áreas quemadas pierden vegetación protectora, lo que aumenta la escorrentía superficial durante las primeras lluvias fuertes. Esto no genera más lluvia, pero hace que las precipitaciones existentes causen inundaciones y mazamorras más rápidas y severas (como se vio en Yungas, Trópico de Cochabamba y Norte Integrado de Santa Cruz en noviembre 2025). Además, el suelo hidrorepelente post-incendio reduce la infiltración inicial, agravando desbordes.

Los incendios liberan grandes cantidades de partículas (aerosoles orgánicos, carbón y cenizas) a la atmósfera. Estas actúan como núcleos para la formación de gotas de lluvia, potencialmente favoreciendo precipitaciones más intensas en eventos convectivos cercanos (a favor del viento). En 2024, el humo cubrió gran parte de Bolivia y países vecinos, y parte de estas partículas persistieron hasta el inicio de la temporada de lluvias (octubre-noviembre 2025). Esto pudo contribuir marginalmente a tormentas más torrenciales localizadas”.

Un escenario como para asustarnos y tomar las previsiones del caso.

Alicia Tejada, una activista valiente, desde Ascensión de Guarayos nos da una alerta importante: “El 2015 realizamos un caso de estudio en Guarayos sobre la pérdida de los cuerpos de agua y los resultados fueron contundentes: se detectó, con imágenes satelitales multitemporales, una perdida de estos a un ritmo exponencial de más de 2 puntos por año. Todos los casos coincidieron con áreas de expansión de la frontera agrícola, a través de la deforestación, con quemas que derivan, ex profeso, en enormes incendios.

La fauna se ha diezmado y con ello la biodiversidad, el exterminio de los polinizadores han determinado la drástica reducción en la producción de cacao, maíz y otros cultivos tradicionales afectando la economía de las comunidades y su seguridad alimentaria. Hay datos sobre el avance de la desertificación, los cambios climáticos y las fuertes olas de calor”.

Alvaro Castillo, un hombre de reflexión y acción en temas ambientales, además de bombero, apunta con todo. “Los incendios son causados por los chaqueos, eso quiere decir que las quemas siguen y el negocio del fuego seguirá vigente.  En resumen la COP30 del 2025 fue para decidir por la humanidad en su conjunto, que quemar seguirá siendo ancestral cultural y herramienta de trabajo y eso decidieron las ONGs y organizaciones que reciben grandes cantidades de dinero a título de manejo integral el fuego”.

Con estos nuevos aires en el poder, uno de los grandes retos es afrontar la crisis climática de forma integral, colectiva y honesta; pero que desde ya generan dudas en ciertas organizaciones ambientales que no ven con buenos ojos a las máximas autoridades del sector, porque dicen están comprometidos con las leyes incendiarias. Pero hay que darles el derecho a la duda y que sus resultados sean a favor de la estabilidad y de la salud de la Madre Tierra.

De modo que nos surge la otra consulta a nuestros invitados:  ¿Por qué los actores del agro, colonos, industrias y otros no aprenden las lecciones y no encaran medidas preventivas, de mitigación, mas allá que las autoridades lo hagan o no lo hagan?.

Quiroga: “El tema económico es primordial, las subvenciones ayudan bastante, cuando tienen pérdidas no son reales porque igual siguen en ganancia. Si sigue así los periodos de sequía serán más largos, el tema de lluvias extremas se multiplicará; los deslaves y sedimentos aumentarán por la perdida de los bosques de protección de rivera de las cuencas, los desastres serán mas intensos. Cuando pensamos en clima, es de manera global, nosotros dependemos de la temperatura de los océanos Atlántico y Pacífico, ambos generan la mayor parte de la humedad para Sudamérica, los bosques amortiguan esa humedad y se producen las lluvias normales, cuando se alteran los bosques o la temperatura de estos océanos llegan las catástrofes”.

Tejada: “Los actores que originan las quemas tienen información y conocen los efectos de esta práctica, pero también gran parte de ellos tienen actividades de carácter extractivista, que buscan el menor costo posible y/o se dedican a convertir tierras a otros usos para venderlas.

No hay un estudio  tipificado que nos lleve a conclusiones sobre los motivos de las quemas en las tres últimas décadas, tenemos dos casos estudiados en los que se da el comercio ilegal de tierras”.

Castillo: “Si hablamos de incendios, es porque el fuego es una herramienta barata y se sigue usando como tal, no quieren implementar otras alternativas, hay ONGs que reciben millones al año para enseñar a los comunarios lo que ellos llaman manejo integral del fuego que en facilito es enseñarles a quemar bien, sin que se generen incendios, y las gobernaciones y el gobierno nacional tienen programas similares y es mucha plata, pero aparte de eso vi un fenómeno que es el negocio detrás de las emergencias: hay miles de millones para gastos y equipamiento, plata que se pierde en compras con sobreprecios, gastos operativos (alimentación, transporte hospedaje) que son elevados y no hay forma de controlar, a eso súmale que comunidades enteras viven de la ayuda humanitaria, y el único desastre natural que lo puedes manejar y localizarlo es el fuego, por tanto un incendio”.

Para cerrar estas reflexiones, recordarles que, a pesar de los grandes y graves incendios forestales que nos azotaron, los cuales fueron provocados por la ambición del ser humano, no hay responsables y ni un solo procesado o sancionado, lo que representa un claro mensaje, que obrarán así como decía un ex presidente, «métanle nomás, violen las leyes, no hagan caso a las recomendaciones»- ¿Seguirán incendiando los bosques con el manto de la impunidad y la protección?

A prepararse Sancho, vamos a enderezar entuertos, decía el Quijote, como para impulsarnos para que la sociedad esté alerta y evite más destrucción a la madre tierra o pachamama.

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Hernán Cabrera M., Periodista – Lic. en Filosofía

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