Ministro Mario Justiniano. Foto: Ministerio de Desarrollo Rural
El Movimiento Ecologista Boliviano se declaró en estado de emergencia nacional ante la posible fusión del Ministerio de Medio Ambiente y Agua con el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, así como por la designación de Óscar Mario Justiniano Pinto como titular del Ministerio de Medio Ambiente y Agua y ministro interino de Desarrollo Productivo.
El colectivo, conformado por organizaciones de la sociedad civil, plataformas juveniles, centros de rescate de fauna silvestre, colegios profesionales y organizaciones indígenas, advirtió que estas medidas podrían debilitar la institucionalidad ambiental, reducir capacidades técnicas y presupuestarias, y profundizar un modelo extractivista centrado en la expansión agroindustrial, la deforestación y el uso de agroquímicos tóxicos.
El Movimiento citó el informe de la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA) de la CIDH, que vinculó los incendios de 2024 a “condiciones estructurales” relacionadas con el avance ganadero y sojero. Según los ecologistas, la designación de Justiniano, representante del sector agroindustrial, constituye un conflicto de intereses incompatible con el mandato ambiental del Estado.
Entre las demandas presentadas al Presidente se incluyen:
- La destitución de Óscar Mario Justiniano.
- El nombramiento de una autoridad con solvencia ética, trayectoria técnica y compromiso ecológico.
- La restitución de la autonomía institucional y presupuestaria del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
- La realización de una auditoría independiente de la gestión ambiental del periodo 2020–2025, incluyendo ABT, SERNAP, INRA y AAPS.
- La conformación de una mesa de diálogo multisectorial y vinculante con sociedad civil, pueblos indígenas, academia y juventudes.
El Movimiento alertó sobre el deterioro ambiental acelerado en Bolivia, que incluye pérdida de bosques, contaminación por agroquímicos y mercurio, reducción de fuentes de agua y afectaciones a la salud pública. En 2024, el país registró la segunda mayor pérdida de bosque en el mundo.
Finalmente, las organizaciones solicitaron una reunión directa con el Presidente para presentar sus demandas, enfatizando que representan los intereses de la ciudadanía organizada en defensa del agua, los bosques y la vida, y no intereses empresariales ni partidarios.
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