La experiencia del chaco sin quema se muestra en una feria productiva. Foto: CEJIS
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En dos actividades realizadas en la Amazonía sur, los chacos sin quema fueron el centro de atención durante la última semana de octubre. Una reunión de intercambio de experiencias y una feria productiva se realizaron con comunarias y comunarios que han decidido aplicar en sus parcelas los sistemas agroforestales sucesionales en el Territorio Indígena Mojeño Ignaciano (TIMI) y en el Territorio Movima.
El 27 y 28 de octubre, los comunarios de Cotoca de Moseruma, del Territorio Movima, visitaron a sus pares de la comunidad Flores Coloradas y Monte Grande, en el TIMI. Los primeros comenzaron chacos sin quema en mayo de este año, mientras que los segundos llevan más de un año con la experiencia.
En Flores Coloradas, el matrimonio de Isaías Guaji y Cazilda Moy Moye mostraron sus chacos trabajados por dos años con frejol, plátano y maíz, y explicaron el manejo de su libro de registros que les permite llevar un control de los costos y el excedente logrado.
Ambos manejan al mismo tiempo un chaco sin quema y otro chaco tradicional con quema. Guaji concluye por ahora que el chaco sin quema está logrando mejores rendimientos porque, en su criterio, la biomasa “más gruesa” que se esparce sobre el suelo, como no se quema, hace que este mantenga su humedad. Esto es que toda la hojarasca actúa como una capa que impide que escape la traspiración de la tierra, por tanto queda más agua disponible para el cultivo.
En la comunidad de Monte Grande, María Eugenia Cayuba y su esposo Gilberto Yuco experimentaron el cultivo de plátano, cacao silvestre, cítricos, plantas medicinales y maderables en su chaco sin quema, lo que compartieron con los visitantes movima.
Los comunarios del Territorio Movima comentaron que escucharon críticas acerca de que se trataba de un “chaco para flojos” porque no se limpia la materia orgánica que queda de la limpieza de la parcela, sino que se esparce de manera uniforme proveyendo nutrientes al suelo.
En el chaco con quema, esa maleza se convierte en ceniza con el fuego. Moy Moye explicó que, si bien las cenizas son buenos nutrientes, solamente sirven para una producción y se lavan con las primeras lluvias, debilitando el suelo; mientras que, en los chacos sin quema, los nutrientes que se acumulan en la biomasa garantizan repetidas y mejores producciones en el tiempo.
Feria productiva
Posteriormente al intercambio de experiencias, entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre, en San Ignacio de Moxos, se realizó la feria productiva en homenaje a los sistemas agroforestales sucesionales o chacos sin quema.
Tanto productores del Territorio Indígena Multiétnico como el Territorio Indígena Mojeño Ignaciano participaron de esta actividad que estuvo impulsada por la Subcentral de Mujeres Indígenas del TIM y la Subcentral de Mujeres Indígenas del TIMI, así como por la Subcentral de Cabildos Indigenales del TIM y la Subcentral Indígena del TIMI.
Los presidentes del TIMI, María Rosario Cunavi, y del TIM, Reynaldo Guaji, destacaron la variedad de productos que obtienen los indígenas en el trabajo campesino a pequeña escala que realizan sin químicos ni contaminación.
La yuca y las distintas variedades de plátano fueron protagonistas de la feria, junto a una diversidad de frutas de la estación. A la actividad se sumaron artesanas de la zona, y entre ellos destacaron los chimanes que llegaron con distintos utensilios domésticos que elaboran a partir de materiales recolectados en los bosques y ríos.
La subalcaldesa del distrito indígena del TIMI, Sara Jiménez, destacó la producción en los sistemas de chacos sin quema o sistemas agroforestales sucesionales (SAFS).
“Nuestros productos vienen sin químicos, con muchas vitaminas para que la población pueda consumir. No hacemos contaminación del medio ambiente, más bien cuidamos el medio ambiente, protegemos nuestra flora y fauna dentro del territorio. Queremos que (el SAFS) pueda llegar hasta la última de las comunidades del TIM y el TIMI”, dijo Jiménez, quien mantiene su propio chaco sin quema.
La feria se desarrolló durante las tres jornadas a pesar de que muchos de los productores de los chacos sin quema estuvieron ausentes porque estaban cerca del momento de la cosecha, y debían proteger su producción de los muchos bichos de monte que acechan, entre ellos monos, chanchos salvajes y loros.
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