Dique de desechos de minerales contaminantes en Cantumarca. Foto: ANF
ANF
Edwin Miranda, director de la Unidad Educativa y juez comunal de Cantumarca, en Potosí, lamentó la falta de interés de las autoridades de salud para atender casos de niños detectados con plomo en la sangre en diciembre de 2023. A más de siete meses, los menores de edad no reciben ayuda médica.
“El apoyo directo del Ministerio de Salud a través del Sedes no ha avanzado nada”, dijo Miranda a ANF.
En diciembre de 2023, se dio a conocer que de 116 pruebas de laboratorio realizadas a comunarios de Cantumarca, en un centro privado, 75 adultos y 15 niños resultaron con niveles preocupantes de plomo en la sangre. Las autoridades, en lugar de intervenir inmediatamente para verificar esta situación, la minimizaron señalando que solo hay una institución pública que puede generar esa información.
“En principio, nos han rechazado los resultados del laboratorio, porque ellos necesitan que tenga una firma autorizada (del Estado), pero al margen de eso, no hay buena intención de poder coadyuvar en este trabajo, porque lo que nosotros necesitamos más que discursos es la parte operativa, ya se sabe que hay niños con plomo, sin embargo, no hay una reacción inmediata, no sé qué es lo que estarán esperando, que existan muertos tal vez”, refirió Miranda.
Al no recibir la respuesta de las autoridades sanitarias luego de años de realizar denuncias sobre las condiciones de salud y síntomas de los pobladores de Cantumarca, los pobladores decidieron realizar pruebas de laboratorio en un centro privado para detectar presencia de metales pesados en la sangre. Los recursos económicos salieron de la comunidad, del aporte de vecinos y de algunas autoridades municipales y “con eso se ha logrado cubrir el costo”.
“No sé cuál será el problema de fondo, porque frente a ese problema no hay una reacción del Sedes, solo ha sido superficial, se nos convocó a una reunión para conformar un comité interinstitucional, pero se ha perdido, no hay tal, se ha quedado en un discurso y eso molesta”, dijo.
La prueba de laboratorio se realizó a 23 niños, y entre ellos 15 dieron positivo a plomo en sangre. Hay un menor de edad de dos años con más de 14 microgramos de plomo en decilitros de sangre.
“Lo que nos interesa en este momento es que las familias, los niños, tengan atención inmediata, eso es lo que necesitamos urgente”, demandó.
Desde el Instituto Nacional de Salud Ocupacional (INSO), señalaron, sin haber realizado ninguna prueba, que tener 20 microgramos de plomo en sangre es normal y que 40 microgramos sería de riesgo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños pequeños son particularmente vulnerables a la intoxicación por plomo porque, según la fuente de contaminación de que se trate, llegan a absorber una cantidad de plomo entre cuatro y cinco veces mayor que los adultos. El organismo afirma que la concentración de plomo en la sangre venosa es el indicador definitivo de exposición y riesgo para tomar decisiones de tratamiento.
Según la OMS, si una persona tiene una concentración de plomo en la sangre de 5 microgramos por decilitro o más, contrario a lo que afirma el INSO, se deben identificar las fuentes de exposición y tomar medidas para reducir y eliminar la exposición.
Para Miranda, la inacción de las autoridades, y en particular de las de salud de la gobernación de Potosí, tiene que ver con priorizar los ingresos para la región sobre la salud de la población. “Son por las regalías de la minería, entonces, prefieren que no se diga nada, esa es una verdad”, apuntó.
Aseveró que las autoridades tratan de minimizar el problema, “no quieren generar más preocupación a la población, y ahora con lo que dicen que 20 microgramos en sangre es normal o un 30 es normal, con eso quieren minimizarlo”.
Juan Cadima Flores, responsable del Centro de Información Toxicológica Viedma (CITOV) e integrante de la Red de Toxicología Boliviana, aseveró que el sistema de salud del país carece de una ficha epidemiológica para registrar los casos de contaminación por metales pesados, y por esa razón no se sabe con certeza la cantidad de personas intoxicadas.
“Cuando la gente dice que superan los valores permitidos en sangre y orina, en el caso del plomo, cuando la gente se queja, cuando el río suena es porque piedras trae”, aseveró Cadima, quien aseguró que existen casos graves por contaminación de minerales que las autoridades conocen, pero prefieren no dar a conocer.
Niveles permitidos
Cadima explicó que la situación de contaminación por metales pesados en muy preocupante en el país, y que si los estudios realizados, como en Cantumarca, señalan que superan los valores permitidos en sangre y en orina, así debe ser.
Enfatizó que entre 5 y 10 microgramos por decilitro de plomo en sangre es un valor que supera lo permitido y estos pacientes deberían recibir un tratamiento quelante. El tratamiento quelante es una práctica biológica que utiliza fármacos para eliminar cantidades excesivas o tóxicas de metales o minerales de la sangre.
Indicó que cuando algunos profesionales dicen que los valores permitidos están arriba de 20 o de 30 microgramos por decilitro en sangre, es porque “no tienen la experiencia” y “eso ya fue advertido por los toxicólogos”.
El INSO señala que el nivel de 20 microgramos de plomo en sangre es normal y la Autoridad de Supervisión de la Seguridad Social de Corto Plazo (ASUSS), junto a las Cajas de Salud, indican que 30 microgramos por decilitro en normal para la población.
“Pese a que les decimos que nosotros vemos los casos, y que ellos no tienen la experiencia, nos dicen que los del Inlasa (Instituto Nacional de Laboratorios de Salud) reportan que no hay casos, y el Inlasa tiene a un bioquímico a cargo y el bioquímico no atiende pacientes, no es toxicólogo, él no puede decir si hay o no hay casos, entonces, lo mismo sucede en los metales pesados, no hay quién te interprete y diga este paciente ya necesita quelación”, apuntó.
El especialista enfatizó que además de los resultados laboratoriales, se tiene que tomar en cuenta el reporte clínico del paciente, “asociar las dos cosas, es importante la valoración toxicológica que se pueda hacer”.
El plomo es un metal tóxico presente de forma natural en la corteza terrestre. Su uso generalizado ha dado lugar a una importante contaminación ambiental, a la exposición humana y a graves problemas de salud pública.
Son importantes fuentes de contaminación ambiental la explotación minera, la metalurgia, las actividades de fabricación y reciclaje, y el uso del plomo en muy diversos productos.
La OMS señala que los niños de corta edad son especialmente vulnerables a los efectos tóxicos del plomo, que pueden tener consecuencias graves y permanentes en su salud y afectar en particular al desarrollo del cerebro y del sistema nervioso.
El plomo también causa daños duraderos en los adultos, por ejemplo, aumentando el riesgo de hipertensión arterial, afecciones cardiovasculares y lesiones renales. En las embarazadas, la exposición a concentraciones elevadas de plomo puede ser causa de aborto natural, muerte fetal, parto prematuro y bajo peso al nacer.
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