Luego de haber permanecido en La Paz una semana tratando de entrevistarse con legisladores y autoridades para pedirles la aprobación de una ley de protección a la Amazonía, dirigentes indígenas y campesinos consideraron que este proyecto no prospera todavía porque “el poder político tiene intereses oscuros de seguir destruyendo ese pulmón del mundo”.
Esas fueron las palabras expresadas por el delegado fundador del Bloque de Organizaciones Campesinas de Indígenas del Norte Amazónico de Bolivia (Bocinab), Luis Alberto Rojas, quien participó del más reciente programa Sumando Voces en Directo; junto a Vivian Palomequi, secretaria ejecutiva de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Regional Vaca Diez; y Rodrigo Medina Alipaz, secretario general de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Regional Madre de Dios.
Rojas llegó desde la comunidad de Puerto Oro, del departamento de Pando; Palomequi, desde la comunidad de San Francisco, ubicada en Riberalta (Beni); y Medina desde la comunidad Las Piedras, del municipio Gonzalo Moreno, de Pando.
Rojas incluso relató una conversación que tuvo con quien fuera diputado del MAS y presidente de la comisión de la Amazonía en 2015, Eleuterio Huanca. “Él se sinceró y nos dijo, ‘hermano, lamentablemente esta ley no va a prosperar porque el Evo no quiere’ Entonces, son decisiones políticas y lo mismo sucede ahora”, dijo Rojas, quien lamentó que la actual presidenta de la misma comisión, la diputada Elsa Sánchez (MAS) no les haya recibido.
Desde hace 14 años, las organizaciones indígenas y campesinas vienen planteando el Proyecto de Ley de Desarrollo Integral Sustentable del Norte Amazónico de Bolivia “Bruno Racua”, con el que buscan que el desarrollo de la Amazonía se lleve adelante respetando al medio ambiente y permitiendo que las comunidades campesinas e indígenas sean partícipes del mismo.
Sin embargo y pese a que el proyecto fue repuesto cinco veces en la Asamblea Legislativa no llegó a tratarse. En esta ocasión, los dirigentes llegaron a La Paz para hacer un nuevo cabildeo, luego de haber mejorado y socializado la propuesta en tres diálogos regionales, uno en San Buenaventura, otro en Riberalta y otro en Cobija.
Los intereses que, según los dirigentes, impiden el tratamiento de este proyecto de ley tienen que ver con la extracción del oro que, según Rojas, “está dejando muerte, está dejando es contaminación, depredación”.
A ello se suma la caza ilegal de animales para el tráfico de especies, como el jaguar, el monocultivo, la ganadería extensiva y el tráfico de madera.
“Vemos la gran necesidad de poner un alto a esto que va pasando, el tema de la minería. El tema de la contaminación que está afectando demasiado a la salud”, dice Vivian Palomequi.
Agrega que otra de las grandes preocupaciones es la ganadería extensiva y el monocultivo, aquella que usa grandes cantidades de agroquímicos en la producción.
“Nosotros ni siquiera peleamos por nosotros como campesinos indígenas, sino por toda la población en general”, dice Palomequi. Por eso, exhorta a todos los bolivianos: “Ayúdennos a que esto este proyecto de ley sea pues tratado y sea aprobado”.
Rojas precisa que los árboles de la Amazonía traen las lluvias a las zonas altas del país a través de los “ríos voladores”, por lo que la conservación de la región es un beneficio para todos.
Rodrigo Medina le pone contudencia a sus palabras para decir que “la Amazonía está empezando a agonizar”. Explica que la minería ilegal ha tomado los ríos amazónicos, que la tala ilegal de madera están destruyendo los bosques y que las comunidades campesinas e indígenas no se están favoreciendo con ningún desarrollo.
A todo esto se suman cada año los incendios, que dejan destruidos los bosques y también los sistemas agroforestales en los que trabajan muchas comunidades, señalan los representantes de la zona.
Industrialización sí, pero no así
El proyecto de Ley, aclara Rojas, no prohíbe la industrialización, pero la enmarca en la protección del medio ambiente y en el beneficio de las comunidades. Señala que, por el contrario, los proyectos que impulsa el Gobierno no tienen ese enfoque, como es el caso de la palma africana.
Los proyectos del Gobierno “van a dejar de lado o van a destruir aquellos emprendimientos productivos que existen”, señala.
“Nosotros queremos desarrollarnos, pero queremos desarrollarnos mediante nuestra propia visión, nuestra propia idiosincrasia, con reglas claras, respetando los sistemas y los ciclos de vida de la naturaleza dentro del norte amazónico”, señala Rojas.
En la misma línea, Rodrigo Medina dice que con la propuesta de ley “sí hay industrialización, pero una industrialización de acuerdo a la vivencia, al buen vivir, a nuestros usos y costumbres y a nuestra forma de vida del campo que tenemos en la Amazonía”. Explica que lo que no quieren son “cultivos inmensos y quema del monte”.
“No prohíbe la ganadería, pero prohíbe la una ganadería extensiva, no prohíbe el tema de la agricultura, pero prohíbe la agricultura mecanizada, el monocultivo, el uso de agroquímicos”, resume Rojas.
Por eso, señala que este proyecto de ley “es una demanda irrenunciable, porque para nosotros es de vida y muerte”.
De hecho, dice que luego de no haber sido recibidos por los legisladores encargados de tratar este tema, no se descartan medidas de presión que podrían ser tomadas más adelante.
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