Portada del documental Agua para la vida. Foto: CENDA
La tarde del 12 de mayo se estrenó el documental “Agua para la vida: la lucha del Ayllu San Agustín de Puñaca”, una pieza audiovisual de 25 minutos que expone con crudeza la realidad que vive esta comunidad indígena de Oruro: la contaminación minera que envenena el agua, la tierra y sus cuerpos. «La contaminación está grave, nos está matando, pero tenemos esperanzas de seguir luchando para que por lo menos traten esas aguas», sostuvo la comunaria Viviana Lima.
El evento de lanzamiento, que estuvo organizado por el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA) y la productora Iwgía, se desarrolló de manera virtual, donde estuvieron presentes comunarios del Ayllu San Agustín de Puñaca y otros invitados. En cada escena del documental, se refleja no solo el daño ambiental, sino también la lucha por sobrevivir en un entorno marcado por la minería, el abandono estatal y el cambio climático.
El Ayllu San Agustín de Puñaca está conformado por cuatro comunidades: Yuracarí, Iswaya, Pitcoya y San Agustín de Puñaca. Sin embargo, la grave situación ambiental ha obligado a muchas familias a migrar en busca de mejores condiciones de vida. Hoy, en la comunidad de San Agustín de Puñaca, apenas permanecen unas seis familias.
«El agua está contaminada desde el subsuelo (…) las vacas toman esas aguas y mueren con tos y babeando. Y cuando no hay agua, nosotros también tomamos esas aguas y nos duele el estómago, nos arden los ojos», cuenta Cornelia Ramírez, mama t’alla del Ayllu.
En el documental se intercalan escenas de cursos de agua teñidos por sedimentos oscuros, pozos visiblemente contaminados, balsas oxidadas varadas sobre el lecho seco del lago Poopó, y planicies marcadas por la desolación: suelos agrietados, tierras estériles y un paisaje herido por la actividad minera. A través de estas imágenes, se evidencia cómo los relaves han alcanzado las fuentes de agua del Ayllu San Agustín de Puñaca, poniendo en riesgo la salud de la población y destruyendo la producción agrícola, que constituye el sustento principal de las familias del territorio.
En el video, los comunarios recuerdan que interpusieron una acción popular para que el Estado frene la contaminación minera que emerge principalmente de la empresa estatal Huanuni, sin embargo, las autoridades les respondieron: «no, no están contaminados, no hay contaminación aquí». Asimismo, con el apoyo de CENDA, realizaron análisis de sangre y orina a 20 comunarios y concluyeron que los niveles de arsénico están hasta 70 veces por encima de lo normal.
Frente a la inacción del gobierno nacional, decidieron acudir a la vía internacional, a la ONU y la CIDH. Esta última instó al Estado boliviano a atender a este Ayllu y reestablecer sus derechos en su demanda de agua con calidad, aire sin contaminación y el cese de la contaminación minera.
Huanuni es la principal mina de estaño de Bolivia y una de las más contaminantes del ayllu San Agustín de Puñaca.
La crítica situación de este ayllu obliga a que los jóvenes migren a otras regiones y países, por lo que sólo quedan los adultos mayores. Incluso ellos migran, pero vuelven, porque dicen que su corazón está donde nacieron.
Tras la conclusión del video, el director ejecutivo de CENDA, Sergio Vásquez, apuntó que este Ayllu es un territorio indígena altamente afectado por la contaminación minera. «Esta subcuenca es una zona de sacrificio, es decir, que se prioriza la minería a costa de la salud, del bienestar y de la vida de los pocos habitantes de la zona», expresó. En ese sentido, como CENDA, desarrollaron un conjunto de investigaciones que sacaron a la luz el grado de afectación al ambiente y a la salud.
Dijo que en esa zona hay más de 400 concesiones mineras que generan más de 5.798 pasivos mineros, los cuales se convirtieron en contaminantes perpetuos para la gente, que afectan principalmente el derecho al agua y la vida.
«El ayllu San Agustín de Puñaca, a través de este documental, muestra y hace conocer al mundo las graves afectaciones por las que está sufriendo actualmente y creemos que este documental contribuye a sacar a la luz pública la falta de atención del Estado, el incumplimiento de los tratados internacionales y la falta de sensibilidad respecto a la vida, porque estas poblaciones están a orillas de perder la vida por resistir y defender su territorio», puntualizó.
El mallku Abel Machaca subrayó que, si bien algunas poblaciones están vinculadas a la actividad minera, hay otras que no participan en absoluto, como el Ayllu San Agustín de Puñaca. Sin embargo, paradójicamente, son estas comunidades las más afectadas. “Sin haber participado en la explotación ni haber recibido ni 50 centavos de beneficio, estamos mal, estamos enfermos. Eso tiene que ser reconocido. Nos están contaminando y nuestra salud se está deteriorando. Nuestras vidas se están deteriorando”, expresó entre lágrimas en los ojos.
El documental fue aplaudido por la diputada ambientalista Toribia Lero, quien enfatizó que el material quedará no sólo para los archivos judiciales, sino para la memoria histórica de los pueblos, para que los hijos conozcan cómo se batalló por muchos años por la defensa de los territorios. Recordó que junto al diputado Alberto Astorga abrieron un espacio en la Asamblea Legislativa para que este ayllu y otros puedan demandar acciones concretas para frenar la contaminación minera.
El documental cierra con un pedido claro: agua para la vida, no para la minería. “Agua para la vida” es más que un producto audiovisual, es un grito colectivo frente a la indiferencia y la contaminación impune. Una memoria viva de resistencia en defensa del agua, la vida y el territorio.
Aquí puede ver el documental:
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