La Resolución 01/2024 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reconoce a los observadores electorales como defensores de derechos humanos. En ese marco, la Alianza Observación Ciudadana de la Democracia (OCD) inició la segunda versión del Curso Internacional de Especialización en Administración, Gestión, Control e Integridad de Procesos Electorales en América Latina y Bolivia para formar a 434 jóvenes de todo el país interesados en ser parte de la misión de observación electoral ciudadana que actuará en los próximos procesos electorales previstos hasta 2026.
Juan Carlos Núñez, director ejecutivo de la Fundación Jubileo, señaló que esta Resolución de la CIDH constituye un respaldo muy fuerte a la labor silenciosa que han venido desempeñando jóvenes universitarios y miembros de instituciones aliadas desde 2019, con acciones como el conteo rápido, monitoreo a la integridad electoral y observación durante la jornada electoral.
“La labor de los observadores electorales que trabajaron en el conteo rápido durante las elecciones 2019 (anuladas) y 2020, así como en el monitoreo a la integridad electoral y observación electoral en las elecciones generales de 2020 y subnacionales de 2021 ha sido silenciosa pero efectiva, porque ha contribuido a mejorar la normativa y ha fortalecido la transparencia del Órgano Electoral, que ahora debe recuperar la confianza de la ciudadanía para ser reconocido como un árbitro imparcial. El reconocimiento que ahora hace la CIDH a los observadores es fundamental para dar legitimidad al trabajo de la OCD”, señaló, según un boletín de la Fundación Jubileo.
A través de la mencionada Resolución, la CIDH resalta la importancia del papel de los observadores electorales en la defensa de la democracia y de los derechos civiles y políticos y señala que “Las actividades de las personas observadoras electorales contribuyen a la protección de los derechos consagrados en el artículo XX de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.
El curso de la OCD, según Jubileo, está regido por principios de objetividad, imparcialidad política y no interferencia al proceso electoral, y se desarrolla sobre la base de estrictos códigos de conducta y ética que han sido diseñados con la finalidad de desarrollar capacidades de análisis y técnicas en jóvenes universitarios, miembros de agrupaciones juveniles y organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional para contar con un equipo debidamente preparado que mejore los procesos electorales y aumente la confianza y participación de la ciudadanía.
Con este proceso de formación en su segunda versión, la OCD continúa un camino que inició el 2020, cuando se conformó la Misión Nacional de Observación Electoral de la Alianza OCD Bolivia, acreditada por el Tribunal Supremo Electoral y encabezada por la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia, la Ruta de la Democracia, la Fundación Jubileo y Transparencia Electoral en Argentina.
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